LA CHUANA: “MAGIA Y BELLEZA DE LA AMÉRICA INDÍGENA” (1993)
Por Alfredo Taboada Alfaro
El país tiene dos grandes retos históricos: uno, la construcción de un orden de convivencia democrática y dos, ser capaz de insertarse en el mercado internacional de manera competitiva y superar los factores que generan la pobreza de la mayoría.
El país no requiere un proyecto educativo sino un proyecto sobre el saber social para responder a la construcción de la nación.
Y por saber social se entiende el conjunto de conocimientos, practicas, destrezas, ritos y tradiciones dentro de lo cual la educación es sólo un aspecto del problema.
Por lo tanto, en esa perspectiva un proyecto sobre el saber social significa:
a) Garantizar la producción de nuevos saberes: investigación, creación cultural.
b) Garantizar la acumulación y conservación de los saberes culturales y académicos (bibliotecas, archivos, formación cientifica, etc.)
c) Garantizar la transparencia y apropiación de los mejores saberes de una sociedad a las nuevas generaciones (trabajo de los educadores).
d) Fortalecer la difusión del saber acumulado: importancia de los medios de comunicación como industrias culturales.
Hoy el conocimiento pasa a ser considerado como la fuente de riqueza más importante de las naciones del universo. Por esa vía el incremento de la productividad y la sintonía con los avances científicos y tecnológicos debe partir especialmente de la acumulación de conocimiento que será en adelante el eje de las transformaciones productivas y el vínculo que rompe cualquier frontera nacional.
Al hablar aquí de cultura lo hacemos en un sentido amplio, reconocimiento que ella no se circunscribe solamente al campo de lo artístico o de la educación; la cultura se desenvuelve también en los marcos del estado, la política, la economía, el derecho, la ética, la ciencia, la comunicación y la cotidianidad.
La cultura es un factor de convivencia, paz y democracia; el aliado más importante para lograr la Paz del país es la Cultura.
1993 ha sido consagrado por la ONU como el AÑO INTERNACIONAL DE LOS PUEBLOS INDÍGENAS; un punto importante es la defensa de los derechos de los aborígenes de nuestro continente de acuerdo con sus características multiétnicas y pluriculturales de nuestros países.
Tenemos el compromiso de avanzar en la integración latinoamericana, además de ser una urgencia de la época es también la concreción, en ese aspecto del sueño del Libertador Simón Bolívar.
La biodiversidad es la variante total de la vida existente en el planeta. Lo ambiental no es sólo lo ecológico, es condición y posibilidad para el ejercicio de la democracia, es la reorientación del gasto público, la moralización de la administración pública, es el acceso a la educación, salud, vivienda con espacio digno, seguridad alimentaria, agua potable y derecho a la tierra. No es un problema de árboles, contaminación o recolección de basuras, es eso, pero también mucho más.
Hay que movilizar los recursos humanos, ecológicos, culturales y de conocimientos hacia el diseño de una política ambiental del país. También deben elaborarse planes nacionales, regionales y municipales de desarrollo ambiental que contemplen la participación de las comunidades garantizando el acceso a los recursos tecnológicos y culturales.
De otro lado Colombia toda, la alegre, la rica, la positiva, la creativa, la que construye sueños sobre las dificultades del presente y abre caminos cuando parece cerrarse el horizonte, es aquella que se levanta con más fuerza después de cada golpe, aquella que demuestra que saldrá adelante a pesar de la pesadumbre y de no poder contemplar el sol a veces porque el llanto en los ojos no nos deja.
Ininterrumpidamente desde el año 1985, en Ovejas, departamento de Sucre, República de Colombia, se viene celebrando anualmente el Festival Nacional de la Gaita, uno de los eventos culturales más autóctonos de la nación.
Eventos culturales como éste, tienen una importancia crucial en la Colombia de hoy, estimulan la cara positiva de esa Colombia amable, con días llenos de esperanza y jornadas colmadas de optimismo para vencer el desconcierto y la desesperanza.
El Festival es una acción colectiva que nos conduce y ensancha necesariamente en la ruta de la paz, día a día alumbran nuevos caminos hacia el desarrollo que buscan superar las propias dificultades, vencer obstáculos y abonar el terreno para quienes nos sucedan tengan un futuro mejor.
El Festival es una labor constante que requiere el trabajo conjunto de las entidades encargadas de su protección.
Esperamos seguir contando con el apoyo del Estado, de la Empresa Privada, de los medios de comunicación, etc., con el fin de incorporar el reconocimiento y la valoración del patrimonio cultural de la Chuana en la vida cotidiana nacional.
Desde bien temprano se escuchará el próximo 15 de octubre la ya tradicional frase: “Bienvenidos al Festival” y se abrirán las gaitas para inundar el Parque Central de la cabecera urbana, con todas las notas para cantar al pasado glorioso, al presente duro y al futuro fincado en la esperanza de que retorne la gloria.
En octubre comenzará lo nuestro. ¡Que lindo y conocido es! Siempre igual pero con una magia que lo hace aparecer como si se acabara de estrenar.
Bendita la tierra del Llire, del Cororo, de Ñamito, de Nacho Paredes, de Lelen, de José Ramón, de Lucho Sufrimiento, de Chepo, de los Cotorritas, de PAchín y de Julio Papel que con sus jardines olorosos, con el Mancomoján agonizante, con el sol fúlgido, con su gente accesible, humana, amiga, sana y abierta se entrega a brindar a Colombia, América y el resto del Universo un festival distinto.
Se abre el magno evento cultural y se oirá el sonido melodioso salido del bitoque de pitahaya cabeza e’cera brindando las notas que cultivaron los ancestros.
La ceremonia es en la Tarima Pacho Llirene, allí los participantes y todo el pueblo reunido en la Plaza Principal entonarán el Himno Nacional, el de Ovejas y como todos los años se confundirán los abrazos con las lágrimas. ¡Que gente tan noble y romántica ésta de la Gaita!. Lloran ante un verso nuevo y lo hacen también ante uno viejo y nostálgico, esto sólo lo comprende el que ha vivido de cerca el Festival, pero los que llegan por primera vez y disfrutar comprenden lo que dijera en una ocasión el maestro José Antonio Cabrera Rivero: “Ser gaitero es un estado del alma”.
El Festival interpreta la visión real y a la vez fantástica que los Gaiteros tienen sobre las tradiciones y las raíces autóctonas de nuestros pueblos.
El Festival es una búsqueda permanente de quienes muchas veces no han tenido voz propia para expresar la tristeza y la nostalgia de una América Milenaria y en donde la ternura, el dolor y la esperanza convertida a veces en grito, constituyen fuentes de inagotable creación para los Gaiteros que presentan en le certamen folclórico una selección de imágenes en sus composiciones musicales que reflejan el mundo que los circunda.
El Festival es una tribuna para cantarle a la vida, al amor, a la paz, es tradición y belleza que se proyecta y conjuga como una canción en medio del calor humano.
El Festival es una estimulante muestra de cómo la pureza del alma infantil puede ser transmitida al mundo por los Niños Gaiteros, con la candidez y la sensibilidad que los caracteriza.
El Gaitero es un personaje que tiene la capacidad casi increíble de estar al tanto de lo que pasa en la historia. Cada vez que está en un lugar, él desfila lo que está pasando con el resto del mundo, además de saber aprovechar esas experiencias para convertirlas en algo que a él también le ayuda a progresar, a cambiar, a transformarse. Ese talento de poder de concentración, de adaptación de la realidad circundante, no lo vemos en ninguna persona.
Los Gaiteros con mucha dedicación se preparan todo un año para participar en el evento. El Gaitero es humano y comprensivo dejando año tras año, un legado de enseñanza, la amistad.
Las facetas naturales que caracterizan a los Gaiteros son: la sencillez, la sensibilidad, el amor a la tierra y la fraternidad a sus habitantes se expresan con intensidad y consistencia en sus composiciones musicales que ponen a prueba la moral humana, la ética, la amistad, la pasión, el amor. El buen humor de las composiciones hace que éstas sean fluidas y amenas y que después venga una honda reflexión acerca de la vida y la historia cotidianas en nuestras comunidades.
El Estado tiene el compromiso moral de desarrollar programas de beneficio social que permitan mejorar las paupérrimas condiciones de vida en que hoy se debaten la gran mayoría de los Gaiteros.
Hoy tributamos un justo y merecido homenaje a Jaime Vides Feria, actual Presidente del Festival; insigne periodista y defensor de lo nuestro y quien desde hace más de cuatro años viene realizando por la Emisora Radio Caracolí de Sincelejo, todos los sábados, el programa denominado: “GAITAS Y TAMBORES” único en su género en el mundo, cuyo objetivo central es el rescate, conservación y fomento del género musical de la GAITA. Gente de empuje como este personaje, es la que necesita la CULTURA POPULAR NACIONAL para salir adelante.
Por último, Ovejas está dando un gran ejemplo, esperamos que el resto de Colombia lo siga. Luchemos por lo nuestro, defendamos el patrimonio de nuestros hijos y no demos marcha atrás, cuando hemos adelantado gran trecho en este largo camino para devolverle a Colombia esta PAZ tan ansiada por todos.
El país tiene dos grandes retos históricos: uno, la construcción de un orden de convivencia democrática y dos, ser capaz de insertarse en el mercado internacional de manera competitiva y superar los factores que generan la pobreza de la mayoría.
El país no requiere un proyecto educativo sino un proyecto sobre el saber social para responder a la construcción de la nación.
Y por saber social se entiende el conjunto de conocimientos, practicas, destrezas, ritos y tradiciones dentro de lo cual la educación es sólo un aspecto del problema.
Por lo tanto, en esa perspectiva un proyecto sobre el saber social significa:
a) Garantizar la producción de nuevos saberes: investigación, creación cultural.
b) Garantizar la acumulación y conservación de los saberes culturales y académicos (bibliotecas, archivos, formación cientifica, etc.)
c) Garantizar la transparencia y apropiación de los mejores saberes de una sociedad a las nuevas generaciones (trabajo de los educadores).
d) Fortalecer la difusión del saber acumulado: importancia de los medios de comunicación como industrias culturales.
Hoy el conocimiento pasa a ser considerado como la fuente de riqueza más importante de las naciones del universo. Por esa vía el incremento de la productividad y la sintonía con los avances científicos y tecnológicos debe partir especialmente de la acumulación de conocimiento que será en adelante el eje de las transformaciones productivas y el vínculo que rompe cualquier frontera nacional.
Al hablar aquí de cultura lo hacemos en un sentido amplio, reconocimiento que ella no se circunscribe solamente al campo de lo artístico o de la educación; la cultura se desenvuelve también en los marcos del estado, la política, la economía, el derecho, la ética, la ciencia, la comunicación y la cotidianidad.
La cultura es un factor de convivencia, paz y democracia; el aliado más importante para lograr la Paz del país es la Cultura.
1993 ha sido consagrado por la ONU como el AÑO INTERNACIONAL DE LOS PUEBLOS INDÍGENAS; un punto importante es la defensa de los derechos de los aborígenes de nuestro continente de acuerdo con sus características multiétnicas y pluriculturales de nuestros países.
Tenemos el compromiso de avanzar en la integración latinoamericana, además de ser una urgencia de la época es también la concreción, en ese aspecto del sueño del Libertador Simón Bolívar.
La biodiversidad es la variante total de la vida existente en el planeta. Lo ambiental no es sólo lo ecológico, es condición y posibilidad para el ejercicio de la democracia, es la reorientación del gasto público, la moralización de la administración pública, es el acceso a la educación, salud, vivienda con espacio digno, seguridad alimentaria, agua potable y derecho a la tierra. No es un problema de árboles, contaminación o recolección de basuras, es eso, pero también mucho más.
Hay que movilizar los recursos humanos, ecológicos, culturales y de conocimientos hacia el diseño de una política ambiental del país. También deben elaborarse planes nacionales, regionales y municipales de desarrollo ambiental que contemplen la participación de las comunidades garantizando el acceso a los recursos tecnológicos y culturales.
De otro lado Colombia toda, la alegre, la rica, la positiva, la creativa, la que construye sueños sobre las dificultades del presente y abre caminos cuando parece cerrarse el horizonte, es aquella que se levanta con más fuerza después de cada golpe, aquella que demuestra que saldrá adelante a pesar de la pesadumbre y de no poder contemplar el sol a veces porque el llanto en los ojos no nos deja.
Ininterrumpidamente desde el año 1985, en Ovejas, departamento de Sucre, República de Colombia, se viene celebrando anualmente el Festival Nacional de la Gaita, uno de los eventos culturales más autóctonos de la nación.
Eventos culturales como éste, tienen una importancia crucial en la Colombia de hoy, estimulan la cara positiva de esa Colombia amable, con días llenos de esperanza y jornadas colmadas de optimismo para vencer el desconcierto y la desesperanza.
El Festival es una acción colectiva que nos conduce y ensancha necesariamente en la ruta de la paz, día a día alumbran nuevos caminos hacia el desarrollo que buscan superar las propias dificultades, vencer obstáculos y abonar el terreno para quienes nos sucedan tengan un futuro mejor.
El Festival es una labor constante que requiere el trabajo conjunto de las entidades encargadas de su protección.
Esperamos seguir contando con el apoyo del Estado, de la Empresa Privada, de los medios de comunicación, etc., con el fin de incorporar el reconocimiento y la valoración del patrimonio cultural de la Chuana en la vida cotidiana nacional.
Desde bien temprano se escuchará el próximo 15 de octubre la ya tradicional frase: “Bienvenidos al Festival” y se abrirán las gaitas para inundar el Parque Central de la cabecera urbana, con todas las notas para cantar al pasado glorioso, al presente duro y al futuro fincado en la esperanza de que retorne la gloria.
En octubre comenzará lo nuestro. ¡Que lindo y conocido es! Siempre igual pero con una magia que lo hace aparecer como si se acabara de estrenar.
Bendita la tierra del Llire, del Cororo, de Ñamito, de Nacho Paredes, de Lelen, de José Ramón, de Lucho Sufrimiento, de Chepo, de los Cotorritas, de PAchín y de Julio Papel que con sus jardines olorosos, con el Mancomoján agonizante, con el sol fúlgido, con su gente accesible, humana, amiga, sana y abierta se entrega a brindar a Colombia, América y el resto del Universo un festival distinto.
Se abre el magno evento cultural y se oirá el sonido melodioso salido del bitoque de pitahaya cabeza e’cera brindando las notas que cultivaron los ancestros.
La ceremonia es en la Tarima Pacho Llirene, allí los participantes y todo el pueblo reunido en la Plaza Principal entonarán el Himno Nacional, el de Ovejas y como todos los años se confundirán los abrazos con las lágrimas. ¡Que gente tan noble y romántica ésta de la Gaita!. Lloran ante un verso nuevo y lo hacen también ante uno viejo y nostálgico, esto sólo lo comprende el que ha vivido de cerca el Festival, pero los que llegan por primera vez y disfrutar comprenden lo que dijera en una ocasión el maestro José Antonio Cabrera Rivero: “Ser gaitero es un estado del alma”.
El Festival interpreta la visión real y a la vez fantástica que los Gaiteros tienen sobre las tradiciones y las raíces autóctonas de nuestros pueblos.
El Festival es una búsqueda permanente de quienes muchas veces no han tenido voz propia para expresar la tristeza y la nostalgia de una América Milenaria y en donde la ternura, el dolor y la esperanza convertida a veces en grito, constituyen fuentes de inagotable creación para los Gaiteros que presentan en le certamen folclórico una selección de imágenes en sus composiciones musicales que reflejan el mundo que los circunda.
El Festival es una tribuna para cantarle a la vida, al amor, a la paz, es tradición y belleza que se proyecta y conjuga como una canción en medio del calor humano.
El Festival es una estimulante muestra de cómo la pureza del alma infantil puede ser transmitida al mundo por los Niños Gaiteros, con la candidez y la sensibilidad que los caracteriza.
El Gaitero es un personaje que tiene la capacidad casi increíble de estar al tanto de lo que pasa en la historia. Cada vez que está en un lugar, él desfila lo que está pasando con el resto del mundo, además de saber aprovechar esas experiencias para convertirlas en algo que a él también le ayuda a progresar, a cambiar, a transformarse. Ese talento de poder de concentración, de adaptación de la realidad circundante, no lo vemos en ninguna persona.
Los Gaiteros con mucha dedicación se preparan todo un año para participar en el evento. El Gaitero es humano y comprensivo dejando año tras año, un legado de enseñanza, la amistad.
Las facetas naturales que caracterizan a los Gaiteros son: la sencillez, la sensibilidad, el amor a la tierra y la fraternidad a sus habitantes se expresan con intensidad y consistencia en sus composiciones musicales que ponen a prueba la moral humana, la ética, la amistad, la pasión, el amor. El buen humor de las composiciones hace que éstas sean fluidas y amenas y que después venga una honda reflexión acerca de la vida y la historia cotidianas en nuestras comunidades.
El Estado tiene el compromiso moral de desarrollar programas de beneficio social que permitan mejorar las paupérrimas condiciones de vida en que hoy se debaten la gran mayoría de los Gaiteros.
Hoy tributamos un justo y merecido homenaje a Jaime Vides Feria, actual Presidente del Festival; insigne periodista y defensor de lo nuestro y quien desde hace más de cuatro años viene realizando por la Emisora Radio Caracolí de Sincelejo, todos los sábados, el programa denominado: “GAITAS Y TAMBORES” único en su género en el mundo, cuyo objetivo central es el rescate, conservación y fomento del género musical de la GAITA. Gente de empuje como este personaje, es la que necesita la CULTURA POPULAR NACIONAL para salir adelante.
Por último, Ovejas está dando un gran ejemplo, esperamos que el resto de Colombia lo siga. Luchemos por lo nuestro, defendamos el patrimonio de nuestros hijos y no demos marcha atrás, cuando hemos adelantado gran trecho en este largo camino para devolverle a Colombia esta PAZ tan ansiada por todos.
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