EL FESTIVAL NACIONAL DE GAITAS “FRANCISCO LLIRENE” (1997)
Por: Regina Alfaro Teherán
El Festival Nacional de Gaitas “Francisco Llirene” de Ovejas, es ya un certamen mayor, reconocido nacional e internacionalmente y con proyecciones culturales de amplia significación.
En esta décima tercera versión, cuya edición es dedicada a dos grandes gaiteros: Sebastián Mendoza y Victorio Cassiani, y a un gran tamborilero: Pedro Alcázar (q.e.p.d.), la Junta Organizadora de este evento, ha querido rendir homenaje a nuestros maestros juglares de la música ancestral: la gaita; es reconocimiento a los grandes sacrificios que han hecho para contribuir a que nuestra música no caiga en decadencia, sino por el contrario permitir a los numerosos grupos, investigadores y amantes de la gaita, se den cita en Ovejas para asistir a uno de los eventos más auténticos de la cultura popular en Colombia.
El Festival Nacional de Gaitas, bueno es reconocerlo, ha ido cimentando un auténtico sentido de pertenencia de la gaita y con ella de las manifestaciones propias de su canto sencillo y humilde, lleno de sabiduría, ingenio y creatividad.
La música de gaitas, esa que todos los años se muestra tal como el sol en el majestuoso escenario del Festival Nacional de Gaitas “Francisco Llirene” es el presente y futuro, es nuestro origen, nuestro ancestro, nuestra raíz y nuestra identidad. La gaita es la más pura expresión humana y el único recurso espiritual del universo. La Gaita es la dignidad de nuestros pueblos.
Es el Festival Nacional de Gaitas un monumento cultural, no sólo por el género musical a rescatar, sino también un monumento humanístico porque descansa en el gaitero, es el gaitero la representación auténtica del mohan precolombino trabajado en tumbaga y hallado en las goteras del pueblo, es el gaitero el hombre de hacha y machete que pone a parir la tierra cuando de trabajar se trata, pero sobre todo el hombre que cultiva la gaita por gusto, con propiedad y orgullo, entre otras cosas porque todavía no comercia con su música, afortunadamente se mantiene puro, es el gaitero cualquiera de nuestros hijos, es el gaitero un hombre sin par a quien hay que conocer para valorarlo en su verdadera dimensión.
Como socia y secretaria del Festival Nacional de Gaitas, hago un llamado a todos mis compañeros socios del Festival, a que unamos esfuerzos y voluntades para proseguir con nuestra tarea de promocionar cada día más nuestra música ancestral.
Gaita: expresión musical de los Montes de María, para la convivencia pacífica de nuestros pueblos.
El sonar y la alegría de las gaitas de los Montes de María, se apodera de la fiesta de las velitas este año para cantarle a la vida, a la paz y sobre todo recibir con orgullo y felicidad al visitante en esta décima tercera versión.
Bienvenidos todos al Festival Nacional de Gaitas “Francisco Llirene”, el más autóctono de Colombia.
El Festival Nacional de Gaitas “Francisco Llirene” de Ovejas, es ya un certamen mayor, reconocido nacional e internacionalmente y con proyecciones culturales de amplia significación.
En esta décima tercera versión, cuya edición es dedicada a dos grandes gaiteros: Sebastián Mendoza y Victorio Cassiani, y a un gran tamborilero: Pedro Alcázar (q.e.p.d.), la Junta Organizadora de este evento, ha querido rendir homenaje a nuestros maestros juglares de la música ancestral: la gaita; es reconocimiento a los grandes sacrificios que han hecho para contribuir a que nuestra música no caiga en decadencia, sino por el contrario permitir a los numerosos grupos, investigadores y amantes de la gaita, se den cita en Ovejas para asistir a uno de los eventos más auténticos de la cultura popular en Colombia.
El Festival Nacional de Gaitas, bueno es reconocerlo, ha ido cimentando un auténtico sentido de pertenencia de la gaita y con ella de las manifestaciones propias de su canto sencillo y humilde, lleno de sabiduría, ingenio y creatividad.
La música de gaitas, esa que todos los años se muestra tal como el sol en el majestuoso escenario del Festival Nacional de Gaitas “Francisco Llirene” es el presente y futuro, es nuestro origen, nuestro ancestro, nuestra raíz y nuestra identidad. La gaita es la más pura expresión humana y el único recurso espiritual del universo. La Gaita es la dignidad de nuestros pueblos.
Es el Festival Nacional de Gaitas un monumento cultural, no sólo por el género musical a rescatar, sino también un monumento humanístico porque descansa en el gaitero, es el gaitero la representación auténtica del mohan precolombino trabajado en tumbaga y hallado en las goteras del pueblo, es el gaitero el hombre de hacha y machete que pone a parir la tierra cuando de trabajar se trata, pero sobre todo el hombre que cultiva la gaita por gusto, con propiedad y orgullo, entre otras cosas porque todavía no comercia con su música, afortunadamente se mantiene puro, es el gaitero cualquiera de nuestros hijos, es el gaitero un hombre sin par a quien hay que conocer para valorarlo en su verdadera dimensión.
Como socia y secretaria del Festival Nacional de Gaitas, hago un llamado a todos mis compañeros socios del Festival, a que unamos esfuerzos y voluntades para proseguir con nuestra tarea de promocionar cada día más nuestra música ancestral.
Gaita: expresión musical de los Montes de María, para la convivencia pacífica de nuestros pueblos.
El sonar y la alegría de las gaitas de los Montes de María, se apodera de la fiesta de las velitas este año para cantarle a la vida, a la paz y sobre todo recibir con orgullo y felicidad al visitante en esta décima tercera versión.
Bienvenidos todos al Festival Nacional de Gaitas “Francisco Llirene”, el más autóctono de Colombia.
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