HOMENAJE A LA MUJER BAILADORA DE OVEJAS (1997)

Por: Wilson López Tovar



En nuestro corto paso por la vida, los seres humanos vamos dejando indelegables huellas que poco a poco y sin darnos cuenta nos han caracterizado hasta escribir una gloria o un mérito en las páginas de nuestra propia historia.

Año tras año se reúnen en Ovejas, en la tarima Francisco Llirene los más grandes de la música vernácula de la costa y Colombia, se habla de gaitas, de porro, merengues y puyas, se habla también de grandes compositores y escritores y todo lo concerniente a la cultura popular de Colombia, pero nadie dice nada de nuestras mujeres y hombres bailadores. Con base a lo anterior es innegable que en Ovejas, nuestro pueblo que se le conoce por la belleza de sus mujeres y de la laboriosidad del cultivo del tabaco y el arte de la música de gaitas, hace homenaje a aquellas mujeres que con fiebre de inspiración y de creación han puesto en alto a nuestro pueblo y nuestro Departamento. Una de ellas, María Isabel de la Rosa Hernández, “La Bizca”, como se le recuerda cariñosamente. La Bizca, esta mujer que vino para agradarle al mundo nació el 5 de Octubre de 1899 bajo un fuerte sol sabanero. Esta señora reside en el barrio Calle Nueva, donde ha vivido toda su vida. La Bizca empezó a bailar desde muy temprana edad y era quien organizaba y hacía la fiesta del baile cantao en los meses de octubre, noviembre y diciembre, lo mismo que las fiestas navideñas, al son de los tambores y gaitas junto con sus amigas de infancia como María de los Reyes, Sofía Rojas, Eloisa Bohórquez y María Pineda entre otras. A pesar de sus 98 años, La Bizca, está en pleno uso de sus facultades mentales y lo más admirado de ella es su buen sentido del humor el cual no pierde a pesar de su edad. La Bizca en su agradable diálogo comentó que era muy amiga de algunos personajes populares entre otros, Pacho Llirene, Lucho Bermúdez y Toño Fernández, de quien guarda gratos recuerdos, especialmente de su música. La Bizca al mencionar esos grandes amigos se le salieron las lagrimas y dijo “le doy gracias a Dios” por darme la oportunidad de vivir tantos años y ver cumplir unos de mis más grandes deseos como lo es la realización del Festival de Gaita que se ha consolidado durante 13 años con proyección internacional.

Es por eso que le pido a la ciudadanía ovejera que honren a sus grandes maestros que aún gozan de su vida y difundan la música de gaita y mantengan viva la difusión de este ritmo. Al finalizar dijo “no quiero que conmigo muera el baile cantao ni nuestro folclor y que sirva para que muchos vean florecer la paz con sabor a gaitas”.

Agradecimientos al diario El Universal por difundir nuestra música y nuestro folclor y demás manifestaciones populares.