Friday, August 31, 2007

DE FRANCISCO PACHO LLIRENE A FÉLIX MARCOS NARVÁEZ (1996)

Por Rafael Hermosilla Cuello



Un grupo de ovejeros, un día cualquiera, le surgió la idea “alocada” de realizar un festival, pero no con la intención de un evento cualquiera, sino que querían el rescate de los valores culturales en el género musical de la gaita, la cual se había casi extinguido de nuestra costa norte caribeña.

Es por eso que “todo pueblo por minúsculo que sea tiene su pasado histórico”, afirma don Pedro Mercado Tinoco, la idea del festival se hizo una realidad y se organizó el primer Festival Nacional de Gaitas, en el año de 1.985, cuya versión desde entonces fue bautizada con el nombre de un tamborilero, llamado Francisco, que más bien era conocido como Pacho Llirene, un personaje mítico, que nadie supo de donde venía. La verdad es que era un mago del tambor, ya que con sus alargados y ásperos dedos golpeaba el coqueto instrumento músico de percusión, sacándole sonidos mágicos, que en noches de luna llena hacían contorsionar las caderas de bellas mujeres, en la plaza de San Francisco de Ovejas.

¿Por qué San Francisco de Ovejas?

“Hay pueblos que no conocen su pasado histórico porque la mayoría de sus pobladores lo han olvidado o se han encargado de deformar la realidad histórica”; dice Don Pedro Mercado Tinoco.

A nivel nacional la mayoría de los pueblos han organizado su festival con el fin de dar a conocer sus vivencias culturales y aportar un grano de arena a la pirámide de los acervos ancestrales.

Hoy en día esa idea “alocada” de aquellos humildes ovejeros ha mostrado al mundo entero el festival más auténtico y autóctono de Colombia, donde el principal protagonista es aquél que en otrora estuvo sumido en el olvido, el gaitero, todos los pueblos conservan en el historial de las más viejas personalidades, recuerdos de famosos personajes que han sido protagonistas en su paso por la vida.

Una mañana de domingo de 1991, un grupo de hombres, en el que se encontraban Jaime Narváez, Julio Alejandro Beltrán, Juan Gómez… entre otros, sentados en el atrio de la iglesia, apurados por los primeros rayos del astro rey, fatigados por los tragos del tercer día del festival, intercambiaban palabras acerca de un hombre que había hecho historia. Se trataba de Félix Marcos Narváez, un gaitero y cultivador de ajonjolí que habitó por muchos años en San Rafael, un corregimiento ubicado a unos 12 kms., aproximadamente de la cabecera municipal de Ovejas. Su nombre de origen es Galápago; y más tarde tomó el nombre de su patrono, San Rafael. Ellos decidieron realizar el festival del ajonjolí y es hoy en día este evento un hijo del Festival Nacional de Gaitas, orgullo de Ovejas, de Colombia y del mundo entero.