Saturday, March 10, 2007

EPISODIO DE UNA PLEGARIA VIVA DE MI HERMANO (2004)

“No tengo Memoria para los rezos”
LUIS CHAMIZO
POR: JOSE RAMON MERCADO

I

Uno no es nada sin los recuerdos
Luis Enrique. Sin los recuerdos uno no es nada así como tú dices
Y tú has sido todo en el trayecto del desasosiego.
Desde cortador de caña dulce en Naranjal
Hasta arriero de bueyes a los 6 años prematuros
Y pailero de trapiche hasta fogonero al alba
En los amaneceres inciertos eras vigía de la molienda
Y arriero de camino y sembrador de silencio
Traumatólogo triste y tendero rural insolvente
Criador de puercos y amansador de caballos
Cortador de leña y bailador de cumbias triste
Cuentero cien leguas a la redonda sin salir de casa
Y hombre de mujeres y buscador de fortuna
Y winchero y cadenero y catapitero y orillero

Un hombre sin miedo en la oscurana del monte
Mientras la gente muere en la guerra delirante
Aún conservas una vida furtiva de poeta
Y no te asustan los fantasmas de la noche herida
Y curas un caballo igual que el insomnio que pudre


II

Tú dices aprendí a quejarme en la vida
Yo fui el mayor de Helena Romero
No tuve tiempo de llorar cuando niño
Fui cocinero de la Arango Betancourt en el 43
Y di comida a 600 jornaleros entre la marasma
En casa ordeñaba doscientas reses paridas
Preparaba el queso cortaba el suero y curaba los terneros
El caballo que montaba abría los portillos
A los 80 años ningún oficio me arredraba
Ahora se me asusta el corazón cada madrugada
Entre los pasos de la guerra que cruza el camino
Ni siquiera olvido lo que no quiero recordar
Cada persona tiene su vida cada alma su cielo


III

Presiento que romperán las puertas una noche
Que entrará la balacera ciega y despiadada
Que al día siguiente el caído es hijo de Isidro
Que le pasó igual que Antonio García Olivera
Igual que a Germán González que lo bajaron del caballo
Y a Héctor Díaz el hijo de Jerónimo nieto de Salomón
Igual que a julio Vásquez el llantero de la bomba
Y Nancy Vásquez que vendía lotería en la calle
Y William Romero el de la sabana del pavo
Y cara de palanca que era hijo de Calilla
Y Reynaldo Rivas que ya se había reinsertado
Y Rafael Valeta Palencia nieto de Josefita
Y Zico Chamorro que era dirigente del pueblo
Y Ramiro Jiménez que lo mataron por la espalda
Y Adolfo León fusilado en el camino de Pijiguay
Por los lados de la peña acabaron con Rodrigo Montes
Se dan por descontados los muertos de Chengue
Que remataron con una barra por falta de municiones
La sangre que bajó por las laderas borró los recuerdos
Cada persona tiene su vida cada alma su cielo.


IV

Han pasado cosas horribles que avergüenzan el pueblo
Sólo recuerdo lo que no he podido olvidar
Al padre José Luis lo mataron en chalán entre los rezos
El era un hombre de Dios No merecía esa muerte
El Maporio cayó en el camino de El cielito
A Hugo Luis lo arrodillaron para asesinarlo en Almagra
A Ariel Palencia lo dejaron muerto en la carretera
A Francisco Manjarrés el nieto del gancho lo mataron sin culpa
A Garrafón lo mataron en el corredor de una calle
Un día una tarde los mismos sicarios
A Francisco Narváez Pizarro lo mataron por equivocación
A Pablo Olivera el hijo de Everlides también fue asesinado
Y a Mario Pérez lo asesinaron en Don Gabriel.
Al Chundo Abel Segundo Causado en la Entradita
Moisés Causado fue acusado de auxiliante
Por un gajo de mafufos que regaló un día
Lo echaron a correr y ahí mismo lo cocieron a balas
Y a María Claudia la hija del Leopoldo del barrio arriba
Le desmigajaron la cabeza y los cabellos y los ojos
No se hubiera salvado no de milagro según las voces
A los hijos de Chaguala los mataron a pedazos
Igual que a Manuel el hijo de mi prima Olga Régina
El Hijo de Abraham García mi primo hermano
Lo despeñaron con los ojos vendados al abismo
A Gabriel el de Goyo Medina no se sabe porqué lo mataron
Lo conocí de niño entre el amor que abundaba en casa


V

Aquí nos han matado a todos y todos tenemos la culpa
Masticamos el miedo que luego se empoza en el alma
Ya no recuerdo los muertos recientes de estos parajes
Solo nos cobija el miedo cobarde
Al último que mataron es a Heberto el hijo de Sandra
La hija de mi hermano Servio Tulio que estuvo preso
El no quiso volver con ellos y lo quebraron con engañifas
De verdad no tengo memoria para los rezos
Los muertos andan huyendo por nosotros
Y nosotros ya estamos muertos de indiferencia
Uno no es nada sin los recuerdos
sin los recuerdos en la vida uno es nada
Y a mí ya han comenzado a borrárseme los muertos