RECUERDOS DE ENRIQUE ARIAS (2004)
Por: Lic. RAFAEL HERMOSILLA CUELLO
El crepúsculo de esa tarde, 23 de Septiembre de 2003, dejaba entrever uno noche fría y triste sobre el firmamento de los Montes de María, había un delirio de perturbación en los habitantes de Ovejas. A medida que el reloj marcaba las horas que acariciaba la oscura noche, se empezó a sentir una fuerte brisa que venía de arriba de los verdes prados de Vilú, hasta la luna de esa noche dejaba ver en el infinito un fulgurante resplandor, parecía decir algo, o tal vez presentía lo que poco rato iba a suceder, casi entrada la media noche moribundo, muy agónico la madre tierra y su diosa GAIA, recibía al más grande de todos los gaiteros, al mítico y legendario ENRIQUE ARIAS.
Sin temor a equivocarnos podemos afirmar que ENRIQUE ARIAS era el juglar mayor, ese gran gaitero de antaño, ya se fue, no volveremos a ver a ENRIQUE recorriendo las calles de Ovejas, con ese paso lento de tantos trajines en la vida, el maestro como le llamábamos no volverá al marco de la plaza a gozar y bailar al son de la gaitas, siempre lo vi bailar en los Festivales con SONIA MENDOZA, ella lo aplaudía, lo animaba y él bailaba, un poco suave dejando entrever una sonrisa en sus labios.
ENRIQUE el gaitero sufrió mucho, su corazón recibió tantos golpes que ya no resistió más, su inseparable compañero CAYETANO hace mucho tiempo que partió y lo esperaba allá en la eternidad, para no volverse a separar y armar su conjunto celestial.
Una vez me contó ENRIQUE que había nacido en el año 1915, y desde muy niño empezó a ejecutar la gaita, ese rítmico instrumento natural que lo acompañaría hasta el día de su muerte.
En el 1995, en el marco del XI Festival Nacional de Gaitas, se le rindió un homenaje a ese gran cultor de nuestro folcor, la edición de ese entonces fue dedicada a ENRIQUE.
Este año el Festival no cuenta con el gaitero mayor, pero tengo la seguridad que desde el infinito estará haciendo fuerzas e implorando al todo poderoso para que las gaitas se escuchen más y el evento folclórico y cultural de Ovejas siga siendo uno de los mejores de Colombia.
El crepúsculo de esa tarde, 23 de Septiembre de 2003, dejaba entrever uno noche fría y triste sobre el firmamento de los Montes de María, había un delirio de perturbación en los habitantes de Ovejas. A medida que el reloj marcaba las horas que acariciaba la oscura noche, se empezó a sentir una fuerte brisa que venía de arriba de los verdes prados de Vilú, hasta la luna de esa noche dejaba ver en el infinito un fulgurante resplandor, parecía decir algo, o tal vez presentía lo que poco rato iba a suceder, casi entrada la media noche moribundo, muy agónico la madre tierra y su diosa GAIA, recibía al más grande de todos los gaiteros, al mítico y legendario ENRIQUE ARIAS.
Sin temor a equivocarnos podemos afirmar que ENRIQUE ARIAS era el juglar mayor, ese gran gaitero de antaño, ya se fue, no volveremos a ver a ENRIQUE recorriendo las calles de Ovejas, con ese paso lento de tantos trajines en la vida, el maestro como le llamábamos no volverá al marco de la plaza a gozar y bailar al son de la gaitas, siempre lo vi bailar en los Festivales con SONIA MENDOZA, ella lo aplaudía, lo animaba y él bailaba, un poco suave dejando entrever una sonrisa en sus labios.
ENRIQUE el gaitero sufrió mucho, su corazón recibió tantos golpes que ya no resistió más, su inseparable compañero CAYETANO hace mucho tiempo que partió y lo esperaba allá en la eternidad, para no volverse a separar y armar su conjunto celestial.
Una vez me contó ENRIQUE que había nacido en el año 1915, y desde muy niño empezó a ejecutar la gaita, ese rítmico instrumento natural que lo acompañaría hasta el día de su muerte.
En el 1995, en el marco del XI Festival Nacional de Gaitas, se le rindió un homenaje a ese gran cultor de nuestro folcor, la edición de ese entonces fue dedicada a ENRIQUE.
Este año el Festival no cuenta con el gaitero mayor, pero tengo la seguridad que desde el infinito estará haciendo fuerzas e implorando al todo poderoso para que las gaitas se escuchen más y el evento folclórico y cultural de Ovejas siga siendo uno de los mejores de Colombia.
Paz en la tumba de ENRIQUE ARIAS el gaitero mayor, en su primer aniversario.
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