Thursday, July 26, 2007

LA BIZCA UN MITO HACIA UN NUEVO MILENIO (1999)

Wilson López Tovar


Uno de los grandes motivos para sentirse orgullosos los Ovejeros y sucreños, a través de los años del presente siglo ha sido su célebre y famoso FESTIVAL NACIONAL DE GAITAS en homenaje al desaparecido tamborilero FRANCISCO LLIRENE.

Gaiteros, tamborileros y decimeros, repentistas desfilan constantemente por los caminos de la tradición sucreña, a ellos se unieron en amalgama natural los compositores de cumbia, gaitas, porros y merengues, gentes sencillas y sensibles que descifraron el golpe del machete y el canto de los pájaros de los Montes de María y el murmullo de las brisas correteando al atardecer crearon hermosas melodías que han recorrido los caminos y veredas del departamento de Sucre, desencadenando a través de los tiempos el estallido de los sentimientos de mujeres y hombres que poco a poco se convirtieron en bailadores de gaita como una forma de traducir ese lenguaje musical en armonía espiritual y corporal. Dentro de todas esa pléyades de buscadores anónimos de nuestras raíces, surge el 08 de octubre de 1.903 María Isabel De la Rosa Hernández, conocida después y para siempre como LA BIZCA, la apodaron la bizca porque perdió el ojo izquierdo cuando estaba niña, María Isabel de la Rosa, de origen campesino, sencilla y elemental como las aguas de los arroyos tendal, Doña Matía, Pichilín y Corozo. Su infancia transcurrió en un ambiente rural en contacto directo con la música de gaita. La Bizca comenzó a bailar desde muy temprana edad (10 años), era ella quien organizaba las fiestas con sus bailes cantaos y los fandangos al son de gaitas y tambores en conjunto con un grupo de mujeres ya fallecidas como Eloisa Bohórquez, Sofía Rojas, María de los Reyes, Elena Bohórquez, entre otras mujeres que su recuerdo se pierde en las montañas de los Montes de María entre campanillas, serpientes y el legendario y nostálgico pájaro mochuelo.

María Isabel bailaba hasta el amanecer, sin descanso en la mayoría de los pueblos sucreños y bolivarenses y sólo lo hacía porque nació para bailar gaitas. A todos los hombres y mujeres desafiaba y no hubo uno solo que aguantara su empuje para bailar o descifrar sus pasos a pie sobao de bailadora infinita. La Bizca le deja a la nueva generación su conocimiento adquirido a través de la vida como son los bailes, fandangos, gaitas, porros y otros aires costeños.

María Isabel en sus cortas palabras producto de su senectud declaró “que lo que más le duele es no dejar un hijo porque Dios no se lo quiso dar para bien o para mal, así mismo comentó que se siente orgullosa y le daba las gracias a Dios y a San Francisco De Asís por darle la oportunidad de vivir tantos años y ver cumplir uno de sus más grandes deseos como es la realización del FESTIVAL NACIONAL DE GAITAS que se ha consolidado durante 15 años con proyección internacional.