Saturday, November 25, 2006

EDITORIAL (2005)

Una verdadera muestra de inteligencia y confraternidad en torno al Festival Nacional de Gaitas “Francisco Llirene”; evento cultural de reconocida autenticidad y representación de Ovejas y Sucre ante Colombia y el Mundo, dimos en días pasados la Asociación que lo organiza y la Alcaldía Municipal de Ovejas como responsable de su preservación.

Subsanadas las diferencias originadas en la preparación y desarrollo de la edición anterior, nos dimos a la tarea de fortalecer esas debilidades organizacionales y logísticas detectadas en el examen minucioso y objetivo realizado por nuestra Asociación, la Alcaldía Municipal, el Concejo Municipal, la Gobernación de Sucre y representantes de nuestra sociedad civil, que seguía con gran preocupación el desarrollo de esta situación.

Se adquirieron compromisos por parte de cada institución comprometida en el desarrollo cultural en nuestro Departamento de Sucre. En este sentido la Asociación Festival Nacional de Gaitas “Francisco Llirene” posibilitará un mayor esfuerzo organizacional que permita mayores índices de eficiencia y eficacia alejados de permeabilización de agentes detractores del desarrollo cultural.

La Alcaldía Municipal de Ovejas, por su parte, ofrecerá un mayor acompañamiento en la gestión y respaldo económico y logístico que permita ofrecer estabilidad, solidez y sostenibilidad a nuestra organización. Se espera el diseño de políticas culturales a mediano y largo plazo que permitan afianzar la actividad de este sector y proyectarla hacia el resto del país de tal forma que se promueva nuestro amable espíritu gaitero y se extinga el estigma que nos menoscaba.

A la Gobernación de Sucre le asiste el deber de ser consecuente con la honrosa distinción que se le hiciera al Festival Nacional de Gaitas “Francisco Llirene” a través de la destinación específica de recursos en el presupuesto departamental y el acompañamiento en la gestión y realizando valoración al desempeño administrativo de la organización buscando mayores estándares de calidad.

Mención especial merece el Ministerio de Cultura quienes a través de sus procesos de recepción y revisión de proyectos y asignación de recursos marcan derroteros a seguir y perfeccionar. Del sector privado se espera mayor participación en la generación de desarrollo cultural a través de respaldo económico hacia quienes posibilitamos el afianzamiento de nuestra identidad nacional y preservamos el hermoso legado ancestral.

Un llamado respetuoso hacemos a nuestra clase dirigente departamental y regional quienes han estado alejados de los aconteceres culturales de nuestra olvidada población de los Montes de María. Les asiste el deber constitucional de brindar mayores y mejores oportunidades a quienes nos encontramos en reconocida desventaja por nuestra condición social y geográfica.

Sea esta la oportunidad para reflexionar al respecto y adquirir de manera decidida, un verdadero compromiso hacia nuestras raíces.

Junta Directiva
Festival Nacional de Gaitas “Francisco Llirene”

GRACIAS A DIOS, MI PUEBLO VIVE EN LA GAITA (2005)

Los más bellos recuerdos que Ovejas guarda tienen relación necesaria con el despertar de las gaitas a partir del año 1985. en esa oportunidad los viejos cultores de ese arte de los antepasados, le hallaron la voz más hermosa al canto arrullador que de las Montañas de María llega, para anunciar frescamente que el epicentro mágico de las gaitas es nuestro querido pueblo.

ya no era únicamente el tabaco el gran aliado, ahora también sería la grandeza musical de la gaita matrimoniada con el tambor y las maracas. Ese despertar motivó entonces un enjambre de niños, jóvenes, adultos y viejos que respiran y sienten la importancia de los aires que se interpretan con ese antiguo instrumento indígena.

Gracias a Dios mi pueblo vive en la gaita desde hace 20 años, muy a pesar que en otros tiempos ese instrumento era conocido entre los campesinos de Almagra, Santa Fe, Vilut, Pijiguay, La Ceiba y otros pueblecitos rurales en lo s que cada velación y fiesta era con gaitas. Hoy, como han dicho los maestros, la Gaita es reina soberana en la grandeza folclórica de Colombia y la Costa Norte, por ello doy gracias nuevamente a Dios porque en este pueblo oloroso a tabaco y a sudor de campesino honrado, se quedó impregnada su magia para convertirse en nuestro sueño más bello.

Así las cosas, como cabeza visible de la administración municipal, me mantenido la posición del que ama su ancestro y he apostado a la realización organizada y más dura de esta Edición 21 del Festival Nacional de Gaitas. Siento que cada año que pasa podemos mejorarla y entregar muy pronto una infraestructura cultural más moderna para garantizar en un futuro no muy lejano, unas mejores instalaciones para atención de los que nos visitan.

De la mano con los que saben de este arte milenario hemos asumido el reto de atraer la mirada de la Ministra de Cultura Dra. Maria Consuelo Araujo Castro para que en ese ministerio ovejas, como el pueblo ancestral gaitero, tenga reservado el espacio mas concertado dentro de los esfuerzos del Estado Colombiano. Para ello hemos dispuesto que se hermanen la Corporación Casa de la Cultura Enrique Arias y el Festival Nacional de Gaitas.

A mi pueblo que gracias al cielo vive enamorado de las gaitas, pido reflexión suficiente para que la reconciliación y el progreso vayan de la mano. Juntos, bien unidos, Ahora Si, tendremos un mayor esfuerzo financiero para que la fiesta de Octubre se expanda por los confines de la tierra con gritos de tambor alegre y sueños de gaita hembra, cortejada por las maracas.

Vivamos la importancia del mejor evento folclórico de la costa caribe, amemos nuestras raíces y soñemos con un mañana mejor...

Bienvenidos a la Edición Nº 21 del Festival Nacional de Gaitas “Francisco Llirene”.

Ovejas es su casa...

Mensaje del Alcalde Municipal de Ovejas
Álvaro González Quessep

A LA UNIVERSIDAD DEL FOLCLOR (2005)

Un día cualquiera, dejando atrás la carrera iniciada en pedagogía musical, me vi. de vuelta en mi sabana sucreña, buscando, creo que aún a tiempo, la fuente que tanto me había sido esquiva en los centros de formación académica. Allí estaban entonces Ovejas, Morroa y Galeras con sus ya nacidos festivales y sentí que había llegado a la verdadera universidad del folclor; si, allí estaban los pitos de carrucha, las gaitas y los tambores; allí estaban los MAESTROS, sin tizas, sin tableros, sin aulas de paredes de cemento y luces de neón en pleno día; eran los verdaderos MAESTROS que sin egoísmos, sin la mezquindad de los mediocres y los badulaques estaban dispuestos a dar de beber del conocimiento puro de nuestro folclor.

A partir de allí entonces aprendí - y sigo aún aprendiendo con ellos cada día – el verdadero significado, valor y respeto por las raíces autóctonas y en ese mismo viaje he conocido a mucha gente en este pequeño universo, que me da la certeza de que eso, lo que algunos sabihondos del arte citan despectivamente, “del folclor”, no morirá jamás; los primeros maestros le han dado el legado a las nuevas generaciones y estas a su vez la van transmitiendo a las que recién nacen y me llena de orgullo estar allí en medio de todos ellos, como uno mas que se suma a la causa de seguir luchando por un espacio de reconocimiento a nuestro legado cultural.

Pero que hace la escuela o la universidad frente a esta manifestación pura de la cultura popular?

La experiencia de mi propia vida de estudiante me forzó desde lo más adentro a buscar la respuesta a este interrogante y el punto de partida fue mi inquietud por buscar la fuente primaria del conocimiento, entonces es cuando se es verdaderamente consciente que aquella había sido y sigue aun siendo negada en los salones de clases de primaria, de bachillerato y aún se menciona en voz baja en las escuelas de Bellas Artes o en la Universidades donde existe la carrera de música; Con un poco de resentimiento puedo catalogar que esa negación teórica, histórica y pedagógica es un abominable acto de barbarie cultural que castra el conocimiento del nuestra fuentes terrígenas-

Hoy desde el Festival de Ovejas, para mí, “ La universidad de la gaita” con sus 20 años a cuestas, han salido sones, inspiraciones, hombres y mujeres orgullos de nuestro folclor y en estos 20 años la gaita ha penetrado los poros de muchas gentes, se ha entronizado en los jóvenes y niños, ha perforado las paredes de las universidades (y paradójicamente, no precisamente a las facultades de música ni en las escuelas de Bellas Artes que siguen siendo sordas a los sonidos del folclor), y es apetecida por artistas y casas disqueras en el mercadeo de la nueva música; sin embargo, falta mucho por recorrer, ¿por que no pensar desde la Secretaría de Educación Departamental en una cátedra de folclor aprovechando la inagotable riqueza de nuestra sabana (Bandas, gaitas, pitos y tambores con toda su variedad rítmica, tradición oral etc.)? “Y QUE NO ES EL REGUETÓN, NI LA CHAMPETA NI EL VALLENATO”

NOTA AL MARGENSe necesita concienciar más a nuestras autoridades civiles y políticas locales, departamentales y nacionales, de que este no es un espacio para la mezquindad o de propiedad individual, es un patrimonio público ya no sólo de ovejas y los ovejeros sino de los gaiteros doquiera sean, un patrimonio del folclor nacional. Por eso a la única universidad de la gaita en el mundo se debe tratar de la mejor manera, darle mas permanencia y mejor posición a quienes abandonan sus compromisos personales y profesionales para entregarse de lleno a su organización, administración y proyección, pero sobre todo darle a la gaita y a los gaitero el tratamiento que ellos se merecen.


Por Cristóbal Colón Benítez

ALAS DEL VIENTO (2005)

El caminito brillante de los rayos de la luna que le asediaban era una amalgama de voces, susurros y melodías que pregonaban el encuentro de las almas eternas. Aquellas que por mandato Divino llegaban a fuentes y arroyos en noches de luna, para deleitarse y deleitar a madre natura con caricias a manera de cantos suaves, llenos de arte musical. Allí en esa oscuridad placentera se iniciaba la reunión de almas felices en pleno apogeo del mes de septiembre para escoger los heraldos anunciadores y los hijos felices de Dios que irían a recorrer el mundo, haciéndole honor al hermoso sentimiento que nace de la música y el canto. Ese mismo sentimiento que trae voces de amor y reconciliación para que la Paz reine por siempre, apadrinada por los espectros buenos y felices que le cantan a la vida y al perdón.

Allí en ese camino estrecho pero bien demarcado por los rayitos de luna, empezaron a llegar personajes que en vida fueron, Armando Contreras, Encarnación Tovar, Fernando Séptimo Mosquera, Toño Cabrera, Poncho cotes, Cayetano y Enrique Arias, Sebastián Mendoza, Modesto Álvarez Ortega, Alejandro Durán, “Colacho” Mendoza, Héctor Zuleta, La Vieja Sara, Rafael Orozco, Patricia Teherán, La Bizca Maria Isabel De La Rosa, Juancho Rois, Carlos Huertas, Octavio Daza, María Pineda, entre otros.

Cada uno de ellos sería enviado por los ángeles y querubines del Señor Todopoderoso para que en la tierra, desde su mundo etéreo, acompañen los eventos y hechos regionales en los que ellos fueron gestores, participantes, autores y motivadores.

En el momento de coordinar el orden de salida y la ubicación geográfica de los viajes que harían las almas felices, sonó una voz que retumbó en los confines celestiales sin ensordecer a nadie pero con mucha energía. Era Dios nuestro Señor quien personalmente llegaba a presenciar el instante maravilloso en que los espíritus de la música debían partir hacia los rincones de la tierra a los que tendrían que apadrinar en procura de la anhelada Paz. Elevó sus manos el Dueño del universo y dejó correr su voz fuerte, pero bondadosa, para llamar a tres viajeros de lo etéreo. María Isabel, Sebastián, Toño, vengan a Mí. De inmediato los tres hijos paridos en la tierra de los tabacos y las gaitas, se postraron ante Dios y susurraron humildemente: ¿qué deseas Señor?

Quiero simplemente que desde ahora y hasta finales de octubre, lleguen a los Montes de María y lo inunden de amor y melodía. Que en cada pedazo de tierra de esos maravillosos lugares, se sienta la voz del viento acompañada por sus cantos gaiteros. Que en cada rama del árbol que se estremece, se sienta el vibrar de las caderas de María Isabel “La Bizca”, que en cada bramido del ternero se esconda la melodía de las gaitas de Toño Cabrera y Sebastián Mendoza. Que en cada lugar de la plaza Principal de Ovejas, se sienta el calor del amor que irradia la melodía pegajosa de la gaita, que en cada corazón montemariano se sienta el pinchazo del perdón, y que el amor aflore en cada pajarillo cantor.

Toño Cabrera le respondió al Supremo Hacedor de las cosas, con una gaita en los labios y ejecutando “Jaramillo” a lo que respondió Sebastián Mendoza con su “Ratón” lo cual motivó que las cimbreantes caderas de María Isabel iniciaran un acompasado movimiento en el que la gracia y la picardía mostraban su esplendor para motivar lo dicho por el Todopoderoso.

Entendido el mensaje, se retiró Dios a sus aposentos y en las alas del viento se treparon los mensajeros celestiales para emprender el feliz regreso a la tierra ovejera, seguros de poder llevar a cabo la tarea impuesta por el Señor.

Por eso en cada brisa suave, desde el mes de septiembre, se siente el mágico murmullo gaitero y en cada instante de sol de octubre, se palpa el ultraterreno sabor del baile mítico de La Bizca y se cala hasta la médula la alegría nostálgica de las gaitas de Toño y Sebastián ... Así se construye la anhelada paz de mi tierra, nuestra tierra.

Si usted quiere sentir ese calido mensaje Divino, haga el ejercicio y siéntase en una mecedora en el patio de las casas bellas de Ovejas, respire profundo cerrando los ojos y allí podrá palpar ese influjo gaiteril que huele a maravillosa esencia de amor y perdón. Pruebe si quiere en una hamaca y sentirá la gracia de las voces etéreas que llegan suaves y quedas al oído, para cantar a la paz y a la reconciliación. No deje pasar por alto este sin igual momento porque sentirá la magia y poesía, amor y sueños de vida, canción y pasión impregnada de ternura. No renuncie al espectáculo Celestial de sentir y ver las lamas felices de Toño Cabrera, Sebastián Mendoza y la Bizca, porque seguramente el año entrante el turno le corresponderá a otros viejos y nuevos juglares gaiteros, que vendrán en las alas del viento para perfumar los aires de melodías ancestrales y bailes sutiles, cual pregoneros de arte y amor.

Allí en la plaza he reservado un lugar privilegiado porque cuando lleguen las gaitas de Octubre y se adueñen del atrio de la Iglesia Erigida en Honor a San Francisco de Asís, podré sentirlos con mayor calidez r renovados bríos porque es su fiesta, son sus noches de gaitas, noches de baile y canto.

Pero también estoy seguro que cuando el Festival Nacional de Gaitas arranque en su edición Nº 21, Dios abrirá las puertas del cielo y dejara que el resto de la horda de gaiteros y cultores del arte ancestral lleguen en esas cuatro noches de Octubre, para apoyar las tareas de los mensajeros celestiales que llegaron desde septiembre en las alas del viento.-

Este es mi homenaje sincero a todos los cultores de la Gaita, a sus familias y a Ovejas como comunidad impregnada de magia gaiteril.


Por: José Luis Rolón Álvarez

CULTURA MONTEMARIANA GAITA, TABACO, CULTURA DE PAZ (2005)

El tiempo, la experiencia, la realidad cotidiana que vive nuestro municipio nos convence cada minuto que el tabaco anima a nuestros campesinos a detenerse e intentar –poniendo en peligro su vida y la de los suyos-, quedarse en su pedazo de tierra para hacer lo que vio y aprendió de sus padres y abuelos, a labrar la tierra; cultivando lo que de ella brota; viviendo su propia experiencia y narra de sus labios, que al cultivo que más apego y ventaja que más le ven es al de tabaco, a sabiendas de los sin sabores que tiene desde echar la semilla hasta traerlo a los sitios de venta, pero aquí está el mito, lo incomprensible, lo mágico, lo dulce, lo provinciano, ¿Qué será?

Nos preguntamos Señor con tanto sufrimiento, ¿Por qué sigue dentro de nuestra cultura?, haciendo un recorrido por todo el cordón tabacalero del país y algunos países de Centroamérica, es la misma vaina, es la misma cultura caribe, es el mismo lamento. Es el lamento que encontramos en nuestra cultura caribe, especialmente en el cordón gaiteril de los Montes de María, la cultura montemariana es la misma cultura tabacalera, e aquí el paralelo, e aquí lo interesante, después de muchas investigaciones y hallazgos el indio, el tabaco y la gaita era uno solo.

Según Carmenza Plazas, Orlando Fals Borda, Ana María Falcheti, Numas Gil Olivera, Gustavo Tatis Guerra, solo por citar algunos críticos e investigadores, coinciden en que los antepasados (cultura precolombina negros caribe) desde nuestros aborígenes, han estado ligado a esta. Muy especialmente nuestros gaiteros, por eso digo, gaitero que se respete ha cultivado tabaco, aquí a vuelo de pájaro citemos algunos: Toño Cabrera, Julio Martínez (El Lobo), los hermanos Arias, la Familia Ortiz (Ismael, Francisco), los hermanos Mendoza (Chango, Sebastián), los Yepes (Pijiguay), el Lobo de la Ceiba (Chalán), Félix Contreras, y algunos que se me han escapado. Si nos vamos a los compositores ocurre lo mismo: Misael Acosta, jairo Barrios, Juan Manuel, El Pollo Díaz, Andrés Narváez, José García, solo por citar algunos gaiteros y compositores montemarianos (la baja). Esto para controversiar y polemizar Numas, el habla y defiende a los de los Montes de María (la alta); si nos vamos para San Jacinto: Toño Fernández, Chuchita Hernandez, Toño García, los hermanos José y Juan Lara, Mañe Mendoza, Nicolás Hernández, Nolasco Mejía, Eliécer Melendez, estos, además de ser buenos gaiteros, sus raíces sus padres o abuelos tuvieron que ver con el cultivo de tabaco, ni que hablar de los compositores de esta tierra: Adolfo Pacheco, Andrés Landero, Ramón Vargas, Rafael Pérez García, los hermanos castro (Rafael, Pascual), solo por citar algunos de la 4ta y 5ta generación, a todos ellos les pasa la misma vaina, les corre por algún lado gaita y tabaco.

He aquí lo indescifrable, productos de hallazgos e investigaciones, siempre cogidos de la mano de nuestros campesinos, la gaita y el tabaco. He dicho esto porque lo he vivido y comprobado hasta la saciedad, quienes labran la tierra para producir tabaco, quienes ejecutan un instrumento de un conjunto de gaita, les ha sucedido en sus vidas por escrito por Numas Gil Olivera “entonces compruebo que todos nuestros gaiteros mueren de la misma manera, algunos con menos suerte que otros, pero siempre en la misma tragedia... la tragedia de nuestros gaiteros. En cada uno de ellos se muere nuestro conocimiento, nuestro recuerdo, nuestra memoria histórica” página 103 del libro Toño Fernández, la pluma en el aire.

Yo diría que es la misma tragedia para los tabacaleros, los obreros(as) del tabaco y la tragedia de quienes comercializan a nivel local este producto. ¡pero que paradójico! La gaita y el tabaco son dos elementos ancestrales, mágicos, porque ellos alegran el alma del hombre montemariano; basta ver inspirado un conjunto de gaitas para reconfortar el alma, parece que fue la esencia de nuestra vida, basta ver unos bultos de tabaco, y ver ya a las empresas, las chambas, las compras de cualquier corredor de tabaco, o el simple olor a tabaco, cualquier ovejero expresa con alegría o esperanza: ¡esto cambió!, se acerca la bonanza, el bienestar. Ya en pleno mes de Octubre llega el éxtasis para todo el pueblo ovejero, llegó lo mejor de la cosecha tabacalera, llegó el festival, se acabaron, aunque por un corto tiempo, las penas. Viene el regocijo y llegó el momento de olvidar los rencores, llega el perdón, existe ya en nuestros corazones la solidaridad, el consenso, se acaba la intolerancia; gracias a lo mágico que tienen las gaitas y el tabaco, solo hay convivencia entre los ovejeros, por eso sigo, y seguiré sosteniendo, en Ovejas (Sucre, Colombia) gaitas y tabaco son una verdadera cultura de paz, bienvenidos al Festival Nacional de Gaitas único en el universo, el más auténtico; cardón, cera, banco, ceiba, chuira, plumas de pato, cuero de chivo o venao, son brotados de nuestra madre tierra, son puros, originales, nada de instrumentos traídos del exterior.

Me atreví a expresar lo antes narrado porque lo siento, lo vivo; sin irlo a buscar a las grandes academias, lo he aprendido de la vida, que bueno a estas alturas; para sustentar lo expresado a Ana Marcelia Olivera Benítez (la Negra Olivera) mi señora madre, puede sentirse orgullosa de haber visto subir a la tarima Francisco Llirene cinco nietos a concursar, ver a un nieto de su hermana Chicha Olivera (del Carmen de Bolívar); para los escépticos, me refiero a Julio Cesar, Ana Marcelia, Camilo Andrés, Maren Paola y Mercedes; tendríamos que consultar con Yunes (el genetista), para comprobar que la vena gaitera nuestra viene por el lado de los Olivera, o tendríamos que mirar también a Numas Gil Olivera, lo mismo que al suscrito. A cualquier hombre o mujer que toque un instrumento de gaitas; jamás empuñara un arma para agredir a su prójimo, entonces es el momento para invitar a los mandatarios del nivel municipal, departamental, nacional para que fomenten las Escuelas de Gaita, de danza, estos niños y jóvenes serán un verdadero semillero de paz.


Por Julio González Olivera

LA CHUANA... UNA POSIBILIDAD PARA LA VIDA (2005)

Con un juego espectacular, se mueven con agilidad pasmosa. Nuevamente llega el mes de Octubre y las gentes de Ovejas expresan: “Son los gaiteros” que llegan para participar alegremente del evento cultural más autóctono de Colombia, el Festival Nacional de Gaitas “Francisco Llirene”. Son momentos de vida. Todos ellos hablan, cantan y hasta bailan. No sabemos que pasa pero se roban toda la atención, el cariño y el corazón de todos los ovejeros y ovejeras.

¡Que grata sorpresa! No esperábamos lo que se ve y se siente en la plaza principal del pueblo cuando comienzan a sonar las gaitas, las maracas y el tambor. Un espectáculo fuera de serie que absorbe a todos los presentes hasta cautivarlos. Entonces se da apertura oficial al certamen folclórico y se inicia el festival que durante cuatro días y cuatro noches nos hace sentir distintos, como protagonistas, como si participáramos en escena. Por momentos nos sentimos transportados a un universo mágico –realista de hermandad, tolerancia paz y unidad en el cual queremos por siempre permanecer-.

Y se produce el inesperado milagro ya que San Francisco de Asís desde lo alto de nuestro imponente templo parroquial henchido de regocijo y amor nos imparte a magistralmente la legendaria Chuana de América a través del bitoque de pitahaya cabeza e’ cera.

Durante el desarrollo del Festival Nacional de Gaitas se vive una experiencia que rápidamente anima el espíritu y alimenta profundamente el alma; gracias a él construimos amistad sincera, abrimos y desarmamos los espíritus. La gaita permite comprendernos y nos consuela en los sufrimientos y adversidades, nos marca el camino a seguir en la construcción de sólidos y permanentes espacios de dialogo, concertación y reconciliación nacional encaminado todo ello a la consecución de la tan anhelada y esquiva paz que añoramos los colombianos, con una patria soberana donde se haga una realidad y no una quimera la justicia social, lo mismo que una efectiva democracia sin exclusión de nadie, donde la gente no se muera de hambre, se respete, cultive y ame la Vida.

El universo de las gaitas, con especial moraleja, queda retratado en nuestra memoria. Lo disfrutamos en su plenitud. Reímos, gozamos, aprendemos y también cambiamos. Los rostros de los participantes y asistentes en el marco del festival se notan iluminados y risueños. Todos aplaudimos y salen los pañuelos. Nos sentimos distintos, estamos alegres y somos otros.

La Chuana es trascendente, es capital, es la acción fundamental de existencia como ser humano, quien escucha su sonido melodioso y la baila puede también vivir en estos tiempos, quien la lleva en su sangre se vuelve más discreto, más sencillo, más solidario y más alegre.

La Chuana es sana para el cuerpo y el alma. Es la tranquilidad. El sosiego de nuestros miembros y nuestro corazón. La gaita nos crea de nuevo y es una terapia que nos rejuvenece a diario, nos prepara para vivir plenamente el maravilloso milagro de la vida misma.

Cada día le decimos a la Chuana, eres maravillosa y cuánto más se lo decimos más maravillas nos hace ver. Miramos afuera y allí está otra vez todo el escenario; el maravilloso teatro que le ha permitido vivir: el aire, las nubes, los árboles, la tierra, el camino, los arroyos, las montañas, el barrio el campo, el mar, los ríos, las flores, el sol, la luna, los pájaros, la mujer, en fin lo más maravilloso.

La Chuana es la música que consigue crear otra dimensión, construir otra realidad y hacer que los juglares gaiteros y espectadores se sumerjan en ella. La Chuana no es otra cosa distinta que la creadora del tiempo. Sin ella, la vida no tendría sentido, no habría colores, no habría memoria, no habría poesía, no habría ilusiones, no habría amor, no habría nada.

La música de gaitas va a seguir existiendo por siempre, ya que si alguna misión tiene los gaiteros es la de no permitir que llegue “el fin de los tiempos”, es decir, que la vida se siga manifestando en nuestro planeta con toda su carga de misterio, belleza y ensoñación. Que donde quiera que haya un ser humano y esté presente la Chuana exista todavía una posibilidad para la vida, donde quiera que haya música de gaitas exista aún el encuentro, el abrazo y la solidaridad.


Por Alfredo Taboada Alfaro

PERSPECTIVAS (2005)

A: Domingo Rodríguez Zúñiga


Para el año 1985 em el pretil ubicado en la parte que actualmente ocupa la edificación de Cledis Pizarro, se iniciaba el preceso de resurgimiento de una manifestación musical que traía en su interior el dolor, pero también la alegría de la historia Colombiana. Era el inicio de una campaña cultural, política y social que entre otros apoyos convergía el ya acostumbrado escepticismo de muchos compatriotas que apenas nacieron para simplemente vivir. Pero, lo pretendido en estas líneas no es repetir estos argumentos por demás trillados en otros artículos. Hoy quiero antes que meramente recordar, evaluar y proponer algunas acciones en la mira de obtener una respuesta en el tiempo acorde a la importancia del evento de mayor trascendencia histórica y cultural de nuestra América.

Poder decir que la gaita no es patrimonio exclusivo de un pueblo en particular, quitar esa venda cegadora de verdades muchas veces dichas con pedantería y jactancia, se le debe al Festival de Gaitas de Ovejas. Muchos folcloristas, folclorólogos, inclusive antropólogos, sociólogos, encontraron es este certamen el estímulo propicio para desarrollar importantes estudios que hoy permiten reencontrarnos en el tiempo erigiendo desde ahí la esencia de nuestra vida futura. El festival se ha convertido en un medio de comunicación entre Ovejas y el Mundo. El conocimiento de la economía, de la idiosincrasia y hasta sus realidades socio políticas se han dado a conocer a través de este singular evento protagonizado por los ritmos prístinos de la Chuana. Si lo Zenúes se conocen como los inventores de la gaita, es un concepto promulgado a instancias del Festival. Si hoy nos resulta familiar comunidades indígenas como los Koguis, Armarios, Chimilas, Mocaná, Cuna, es porque en éste grandes escritores, investigadores, profesores, etc.; aprovechando esta tribuna han hecho referencia documental del proceso poblacional costeño; usos y costumbre; rechazo a la intromisión ideológica de modelos culturales; exponer a propios y extraños el invaluable patrimonio arquitectónico representado en edificaciones que muestran con imponencia viviendas y localidades públicas del tipo Republicano, Antillano con algunas facetas Góticas, Jónicas y Coloniales.

Antes del Festival, y de eso estamos seguros, pasaban inadvertidos y para muchos era imperceptible, los ritmos que se ejecutan con el instrumento aerófono y natural, lo que físicamente es el instrumento de la Gaita. Si se escuchaba el termino porro, se relacionaba con las bandas de música de viento, desconociendo que ese ritmo tuvo su origen en los ritmos ancestrales ejecutados con estos instrumentos primigénicos; la cumbia, la puya, el bullerengue le deben a la Gaita y al Festival de Ovejas, que hayan penetrado a unos ámbitos de socialización y a la actualización de sus esquemas musicales tomando la energía y el vigor de las nuevas generaciones.

El Festival Nacional de Gaitas “Francisco Llirene” elevó a Ovejas a una categorización de altísimo reconocimiento cultural en el país. Este pueblo de estirpe artesanal hasta la llegada de la industria del tabaco; fundado en el furor de las famosas Enmiendas que no fueron otra cosa que la prolongación testamentaria de las políticas imperialistas españolas, encontró en el Festival un alivio espiritual para contar en melodías y poesías esa historia aunque preñada de dolor por el desalojo, será siempre la fe de los sucesos en el tiempo.

Como se podrá observar, si el Festival tiene una gran incidencia en el devenir de ovejas y de la Costa, tenemos la obligación de convertirlo en un polo de desarrollo para la subregión. Esa visión efímera del tener al Festival solo como un encuentro fiestero, debe remitirse a un plano secundario. El llamado gira en torno a la premura de estructurar un evento con una mentalidad empresarial, abandonar de una vez por todas esos sentimientos paternalistas y bonachones, creando un círculo vicioso (pedir y luego regalar), dejando al certamen en una línea constante de mendicidad, poniendo en peligro su permanencia en la vida socio-cultural de estos pueblos que ven en el festival un espacio natural de integración y confraternidad.

Ahora la lucha es política, buscar la manera de despertar el interés del Parlamento Colombiano en la búsqueda de la Declaratoria de patrimonio Cultural de la Nación. No es fácil, pero un municipio como el nuestro se merece un gesto noble que al menos le sirva a Ovejas para resarcir los sufrimientos generados por aquellas acciones comprometidas con la injusticia y la infamia concepcionados en la descomposición social y en la pobreza ideológica que ha estrechado la posibilidad de autorreconocernos como región, cayendo en un bajo perfil cultural, lógicamente deteriorando el amor por esta tierra pasionaria que ha dado a muchos el don de ser.

No dejemos que el futuro de Ovejas se esfume en la penumbra del olvido y la soledad. Aquí hay un presupuesto cultural codiciable por muchos pueblos, quienes carecen de estas motivaciones, más sin embargo, actualmente gozan de los beneficios del progreso gracias al empuje de sus habitantes al no ser egoístas y mezquinos con la estructuración de su desarrollo. Entonces los Ovejeros, no debemos esperar que los de afuera, así sean Ovejeros, nos continúen mirándonos como la parcela a la cual vamos en tiempos de bonanza y en los albores de la politiquería. Necesitamos dirigentes que sientan y vivan lo que estamos viviendo, los que permanecemos compartiendo las alegrías y vicisitudes del miedo. Que no vengan con el cuento de la inseguridad perfilada.

Ovejeros, procuremos de no dejarnos invadir por los prejuicios y el pesimismo. Con el festival tenemos muchas cosas que explotar a nivel comercial: las artesanías, comidas típicas, amenizaciones musicales, cigarros, dulcería, etc.; a nivel académico establecer a instancias de la organización del certamen un centro de consulta de temas folclóricos e históricos de la región previa recopilación de documentos audiovisuales, sonoros y de textos concitando la conformación del Archivo Folclórico de los Montes de María constituyéndose en foco de defensa de nuestra identidad cultural. Ovejero aprópiate, enriquécete a costa de lo verdaderamente tuyo, no dejes que otros exploten, se vuelvan ricos y para colmo deformen tu historia. Es hora de tener un alto sentido de pertenencia. Es tiempo de vencer los temores del atraso.


Por Alfredo Ricardo Guerrero

RE-CREAR O FORTALECER ESCUELAS DE MÚSICA DE GAITAS, BANDA, PITO ATRAVESAO Y MÚSICA CORRALERA EN LOS MONTES DE MARÍA UNA ESTRATEGIA DE ... 2005

“...una escuela que trasmita disciplina y seguridad en el músico, hoy huérfano de tan indispensables calidez para alcanzar no solo la fama, sino la intima convicción y satisfacción de ser útil a los suyos, porque se es consciente del poder superior que excepcionalmente tiene aquellos que son dueños de esa especial sensibilidad por la música”. Lucho Paternina Amaya. (El Universal, miércoles 21 de septiembre de 2005. pág 4A. Escuela de Música Corralera)

Ha sido una necesidad sentida en el departamento de Sucre el establecimiento y desarrollo de espacios en los que se cultive la educación musical; en nuestras subregiones se cuenta con un potencial talento musical de altísimo valor, virgen aun y subutilizado.

Lo anterior, por la baja capacidad de desarrollo institucional y el tradicional manejo político de orientación individualista, sobre los recursos del Estado y por ende la escasa a ninguna inversión en la formación musical.

El modelo de desarrollo pedagógico neoliberal impuesto desde una perspectiva positivista, funcionalista, practicista y reduccionista, fragmenta el SER del HACER y enfatiza solo en este ultimo valor, aspecto que ignora nuestra parte sustancial, la “conciencia y el sentido al gusto”, a la expresión sensible e innovadora y revolucionaria desde nuestro patrimonio y talento cultural.

Los músicos(as) de la región, son el producto de su esfuerzo personal, en su gran mayoría no han recibido ninguna educación musical formal, actúan a partir de los conocimientos transmitidos de padres a hijos(as), entre amistades; generalmente son de recursos económicos muy bajos y sus ingresos alcanzan apenas para subsistir.

Nuestra música no se ha promocionado lo suficiente, a pesar de la gran riqueza que encontramos en las composiciones de porros, fandangos, gaitas y música corralera.

Es importante que en nuestro departamento y particularmente en Montes de María contemos con entidades musicales consolidadas, que potencien una región progenitora de talentos vírgenes, fuente inagotable de aportes al folclore del país, donde se realizan festivales de talla nacional poniendo de manifiesto la sabiduría musical popular, cuyas obras constituyen nuestro entorno cultural directo.

El Club de Leones “Sincelejo Sabanas” viene ejerciendo un liderazgo sistemático con el Encuentro Nacional de Bandas; ya tiene un sitio forjado en la historia musical de nuestro departamento, merced a este grupo humano compacto y comprometido se ha consolidado este hito cultural y a las organizaciones de los Festivales de Pito Atravesao en Morroa, corralero en Sincelejo, de gaitas de Ovejas y San Jacinto, entre otros.

Aunar esfuerzos para crear o fortalecer estas escuelas es un reto para preservar y potenciar el patrimonio cultural, refrendar nuestra identidad ancestral, recuperación de la memoria histórica de la guerra, como referente contributor en la reconstrucción de nuestra identidad cultural e idiosincrasia ancestral.

Una pedagogía para la recuperación de la identidad socio-cultural de los pueblos acorde con las exigencias de la investigación se añade la posibilidad de la musicología aplicada, por ejemplo la arte-terapia, una estrategia para sanar el dolor de la guerra.

Desarrollar la sensibilidad tanto como el conocimiento, el gusto por la música como el saber y el descubrimiento son aspectos que gratifican el espíritu, requiere de enfoques y métodos pedagógicos alternativos a los convencionales desde y con nuestro contexto y valores propios.

Crear la Escuela de Música de Bandas de Sucre “Pello Torres y Armando Contreras”, la Escuela de Gaitas de Ovejas “Enrique y Cayetano Arias”, la Escuela de Pito Atravesao “Pablo Domínguez”, la Escuela de Bandas de Córdoba “Miguel Emiro Naranjo”, la “Escuela de Música Corralera, Alfredo Gutiérrez”, “Escuela de Música Adolfo Mejía de Sincé” entre otras, es re-conocer o re-crear nuestra subjetividad social a través de la música.

Abrir caminos a la formación de la vocación musical, amplia la oferta laboral, mejora las condiciones de vida de nuestros músicos, los profesionaliza y garantiza su seguridad social, enaltece los espíritus.

Invitamos a todos los agentes que dan cuenta del tema: al Ministerio de la Cultura, fondo Mixto de la Cultura, SENA, Fundación Montes de María, Fundación Restrepo Barco, Club de Leones Sincelejo Sabanas y demás organizaciones y ciudadanía en general a aunar esfuerzos y establecer convenios interinstitucionales nacionales e internacionales.

La educación musical y la paz una sonata sabanera de entonación armónica, un turpial cántico MonteMariano.

Imaginémonos todas las tardes de los sábados, los parques de cada corregimiento de nuestras montañas sabaneras, la niñez y la juventud explorando las creativas melodías campesinas, una didáctica febril embelezadora de armonía y bienestar.

Nuestro reto es organizar un voluntariado de músicos profesionales con “embelecos” de fraternidad, re-crear, reconstruir, resolver, reconciliar el conflicto armado generando unas condiciones propias, creativas, serias, respetuosas, valederas, como instrumentos excelsos para construir voces de esperanza, armonía, alabanza y paz.

Por Lucy Urzola Capella – lucyur@hotmail.com

DEFENSORES DE LA CULTURA (2005)

“La perseverancia y el amor por la cultura, ingredientes necesarios para la salvación de los festivales”

Si no se cuenta con un patrocinio económico institucional significativo, se necesita de la constancia y tenacidad de Sísifo para garantizar la regularidad y permanencia de los eventos culturales; sin ambiciones comerciales, de carácter científico-cultural como son los eventos folclóricos de trascendencia, entre otros el nuestro, dadas las calidades de autenticidad que lo caracterizan.

El Festival Nacional de Gaitas “Francisco Llirene” inicia su tercera década, felizmente su XXI edición, lo cual puede considerarse como un gran éxito y una evidencia de la superación de las dificultades que desde su nacimiento hemos venido sorteando pero que como Sísifo y, contrariamente a él, no nos cansaremos de insistir y luchar hasta conquistar la cima; porque nos anima: la gran ley de la cultura, expresada por Thomas Carlyle, que consiste en que cada uno llegue a ser lo mas grande para lo que fue creado.

Son muchos los objetivos que ha logrado el festival, igualmente son más los que se ha trazado para el logro de sus pretensiones a mediano y largo plazo. Hemos logrado superar el parroquianismo. El festival se ha convertido en un espacio de participación, de opinión, de discusión alrededor de la investigación histórica y cultural sin temor a las críticas, mucho menos si éstas son inteligentes.

Seguimos preocupados por el devenir histórico del Festival por su pertenencia al territorio local, departamental y nacional y por el compromiso de universalidad y globalidad que hoy nos obliga el mundo actual y la rapidez con que avanzamos en materia tecnológica.

Ya hemos traspasado las fronteras Nacionales, continentales y transcontinentales llevando nuestro folclor gaitero hasta países de Europa en donde contamos con la radicación de la familia ovejera: Cabrera Arroyo en Holanda, quienes son embajadores de la música de gaitas. También es importante destacar el apoyo incondicional de otro ovejero en Atlanta USA, Rafael Navarro, gracias a su esfuerzo y amor por Ovejas y por el Festival, facilitó la apertura de la página Web del Festival http://www.festivaldegaitas.com/ poniendo al servicio información que facilite una mayor identificación de nuestro evento más representativo.

La cultura es un compromiso de todos porque nos atañe como hombres.

Por: Aníbal Jiménez Díaz

MELODÍAS DE PAZ (2005)

En la expectativa de que vuelvan a sonar de manera solemne y oficial los tambores y las gaitas en este terruño de tanto aprecio, quiero invocar al Príncipe de la Paz, Nuestro Señor Jesucristo, para que esta vigésima primera edición del Festival Nacional de Gaitas, suenen melodías de paz y de esta manera construir convivencia pacífica.

El tema de la paz para muchos se ha convertido en un negocio, tan macabro como el comercio de armas para la guerra. Pero en Ovejas vamos a ser la diferencia: mientras tantos hablan de paz, las gaitas se convertirán en instrumentos que expresan el amor, la esperanza y la amistad.

Las gaitas, maracas y tambores en sí mismas son instrumentos inertes y yertos, sólo la magia de los hombres del folklore pueden darle expresión y sentimiento. Por tanto, aquí no solamente sonarán instrumentos, sonarán historias, lamentos, tristezas, alegrías, esperanzas y anhelos... fluirá la nobleza del hombre y la mujer montemariana.

La gaita y demás instrumentos de nuestros ancestros indígenas no se construyeron y afinaron para la guerra sino para la paz y el encuentro, para la fiesta y para bailar, para la convivencia y para hermanar, para enamorar y para impresionar, para robar sonrisas y con elegancia y coqueteos encantar a la persona de nuestros deseos.

En Ovejas queremos que suenen las gaitas, los tambores y las maracas para hacernos amigos, para olvidar ofensas, para crear unidad, para abrazarnos y construir confianza.

Al compás de melodías ancestrales y aún cuando expresen por momentos dolor por el desarraigo, angustia por la persecución, enojos por señalamientos irresponsables, coraje por la injusticia e inequidad y la tristeza por la ausencia de los seres que la guerra arrancó de los hogares ovejeros, sonarán también melodías que buscan por los orificios de la gaita, los cueros del tambor y las semillas que hacen sonar las maracas, sueños y melodías de paz.

A nuestro amado Señor Jesucristo pedimos con el corazón henchido de fe y esperanza que cesen las discordias, que se consolide la paz. Imploramos que se manifieste el desarrollo y el progreso de nuestro pueblo, dándole a cada ovejero y ovejera un corazón donde residan los frutos del Espíritu, frutos como el amor, la alegría, la paz, la paciencia, la afabilidad, la bondad, la fidelidad, la mansedumbre y el dominio de sí (Gálatas 5,22).

En estos CIEN AÑOS de vida parroquial y al amparo y protección del San Francisco de Asís, ¡Qué bueno es que suenen las gaitas, qué bueno es que suene la paz!

Bendiciones de Amor y Paz.



Presbítero DERIAN RODRÍGUEZ AMAYA
Párroco de Ovejas

FIESTAS DE GAITAS Y TAMBORES EN LA NOCHE (2005)

Un homenaje a nuestros viejos juglares de la gaita y dos grandes de la literatura Caribe: José Ramón y Jorge Artel


Entre verdes montañas que acarician los vientos alisios que recogen los milenarios olores del tabaco y el murmullo de la Chuana indígena, se erige un hermoso pueblo llamado Ovejas. Allí donde no existe límite entre el cielo y la tierra porque las nubes se atreven a bajar y caminar entre las faldas de las montañas y sus calles, hace 229 años, un 2 de junio de 1776, Antonio de la Torre y Miranda reunió a familias dispersas en la región para fundar a un pueblo que ha sido protagonista de su propia historia.

Para referirnos a esa historia de Ovejas, hay que hablar de la poesía que emana de sus bellos paisajes, sus “largos sones lánguidos de otro tiempo”, sus “dioses sonámbulos de la alegría”, como también dice José Ramón Mercado, “dioses que parieron el tambor de cuero, el llamador que trasiega y la maraca trémula, dioses alucinados bajo las estrellas altas” como Francisco Llirene que hicieron con sus manos ágiles salir de los viejos tambores los más bellos sonidos que llamaban a las viejas gaitas al encuentro nupcial bajo la luz de la luna y las espermas, o como diría Jorge Artel con su poesía, “Tambores en la noche que hablan y es su voz una llamada tan honda, tan fuerte y clara que parece como si fuera sonándonos en el alma”.

Esa es Ovejas, que celebra cada año en el mes de Octubre el evento más importante no solamente musical sino poético de las gaitas. Gaitas que en las noches Ovejeras nos hacen soñar, nos embrujan el alma para reencontrándoos con nuestras raíces, gaitas y tambores en la noche testigos de encuentros sobrenaturales como los del demonio derrotado por los fuertes y sabios golpes de tambor en Encarnación Tovar, gaitas y tambores en la noche testigos del encuentro de los grandes de nuestra música en la plaza de Ovejas, gaitas y tambores en la noche que gimen, gritan y lloran a sus príncipes y sacerdotes que ya no los acarician, dioses que se han marchado por los caminos donde el tiempo ya no es, a componer y sonar otras cumbias, otros porros y otras gaitas.

Maestro Toño Cabrera, enrique Arias, Sebastián Mendoza, encarnación Tovar (el diablo), Victorio Casiano, Medardo Padilla, Fernando Mosquera... y los maestros que aún nos acompañan, gracias por sus enseñanzas, por su legado, estoy seguro que las nuevas generaciones seguirán llevando la emoción en el alma y en sus manos para arrancarle las angustias, la dulzura y la alegría a esas viejas gaitas y tambores en la noche para seguir engalanando la plaza principal de Ovejas en el hermoso Festival nacional de Gaitas “Francisco Llirene”.


Bibliografía:
Mercado José Ramón. AGUA DEL TIEMPO MUERTO. P. 165,166.
Dominical. El Universal. Agosto 21 de 2005. p. 6


Por Armando Rivero Manjarrez

RELATO DE UNA DESPEDIDA TRISTE (2005)

“Quiero sacar a la luz todos secretos de vuestro fondo; y cuando estéis expuestos escarbados, al sol, también vuestra mentira estará separada de vuestra verdad”: Friedrich Nietzsche

El día antes de la muerte de “SEBA”, estuve poseído por la nostalgia (viernes 15 de octubre de 2004), al no poder estar en el marco de la inauguración del Festival nacional de Gaitas. Por lo mismo. Mi llegada a Ovejas el sábado al mediodía, la acompañó la indiferencia total hacia lo acontecido en la noche anterior. Intenté ignorarlo todo, absolutamente todo. Sin embargo, la calidad humana de los Ovejeros y el regocijo familiar diseminó de alguna manera el estado nostálgico en el que estuve la noche anterior. Quizás, lo que transformó mi estado emotivo de una manera abrupta, fue el asedio de las ganas de llegar a la Plaza del Parque Principal, en donde en ese preciso momento se estaban realizando actividades culturales. No lo dudé un momento para acercarme hasta ese sitio. Luego entonces, los saludos de los amigos cultores de este género musical, con quien he tenido la oportunidad de compartir momentos trascendentales no se hicieron esperar. Pero, el saludo que jamás he podido olvidar es el de Marqueza Mercado, cuando me disponía en ir a ver las muestras fotográficas expuestas en la Sede del Evento Folclórico. Fue un saludo con una actitud opaca, insípida, algo no común en ella. Parecía que no deseara pronunciar palabra alguna. Fue suficiente y entendible la razón de su comportamiento. Me dijo: “Hernán ha muerto un gran hombre en el día de hoy; un gran maestro. Sebastián ha muerto. Lo están velando en el ancianato. Creo que el entierro es a las cuatro de la tarde”. De inmediato, la noticia de la muerte de Sebastián Mendoza “Seba”, fue para mí toda una sorpresa. A los mejor, porque conocía muy de cerca el padecimiento del viejo, dado el progresivo distanciamiento de mi pueblo, al residenciarme en la ciudad de Cartagena. Aunque en el fondo, creo que esto se debió a que no había experimentado la sensación de la despedida eterna. En todo caso, ha sido la despedida triste de un noble gaitero. El sepelio de un gaitero es todo un ritual musical en el cual el sonar de las gaitas y el retumbar de los tambores apaciguan la tristeza, la agonía y melancolía, que trae consigo la despedida, el silencio inagotable de los hombres. Con esto, se reconoce y dignifica al hombre humilde, noble de pensamiento y fiel a la damisela Chuana. Da manera, que los amantes de las gaitas sueñan con este via-crucis, símbolo de orgullo de ser quienes somos y como somos, enamorados de las gaitas.

Ahora, me pareció asombroso, calculado, misterioso, el morir en ese preciso día. Fue como algo querido por el viajero gaitero, morir en un día nublado de altisonantes melodías de gaitas. Esta es la muestra exacta del amor hacia las gaitas, aunque me aterra el estado de indeterminación y las condiciones indignas de vida en que murió este gran hombre.

Por su parte, “Marque” no volvió a pronunciar palabra alguna. Yo tampoco tuve el valor de preguntarle los pormenores de este hecho. Inmediatamente se marchó. No se a donde fue. Aspiré encontrarla en el sepelio. Mientras tanto, pensé en ir a casa en algunos minutos. Intenté terminar de observar las fotografías expuestas en el evento, lo cual no fue posible. Algo me desesperó. Tuve ganas apresuradas de ir a casa. Lo hice. Este desespero fue lo único que me permitió alcanzar el sepelio del Viejo Gaitero, llevado a cabo mucho antes de la hora manifestada por Marqueza. Solamente lo acompañaba la previa bendición cristiana realizada en el ancianato del municipio, Joche Álvarez, Luis Álvarez, “Chango” Mendoza, Francisco Ortiz, Andrés Narváez, Enrique Ortiz, Franklin (huérfano) y 5 gaiteros procedentes de Medellín, motivados por el respeto al maestro. Recuerdo nítidamente las palabras de un joven alto, claro; con lágrimas en sus mejillas. Expresó: “He así la forma como mueren los hombres valiosos”. Enfatizó: “Hasta nunca Maestro”.

Por Hernán Vásquez Blanco

DÉCIMAS “EL CULTIVO DEL TABACO” (2005)

Vengo a contarle la historia
contarla quería hace rato
del cultivo del tabaco
lo recuerda mi memoria.
De mi pueblo ha sido gloria
Y también su materia prima
Se vende en cualquier esquina
Es producto del campesino
Cultivo de gran atino
Todo Ovejas lo imagina.

De muchos es el sustento
El pancoger de mucha gente
Que en una forma valiente
La cosecha esperan contento.
Procesan al sol y viento
Este producto berraco
Luego envuelto en un saco
Con rumbo de exportación
Lo llevan a otra nación
El cultivo del tabaco.

En los montes de María
en las montañas ancestra
en una forma maestra
lo cultiva con alegría
se ensaña la tierra mía
de un cultivo tradicional
ya que en una forma anual
es que realizan la siembra
hecha por varón y hembra
en forma emocional

De manera inteligente
Llegando el mes de marzo
El campesino saca del zarzo
La semilla en forma paciente.
Y así comienza la gente
Poniendo a nacer la semilla
Tierra y estiércol de hormiga
En una troja sirven de abono
Al labriego pone a tono
A diario riega y fumiga
A los treinta días no más
El proceso va palante
Se aproxima el transplante
El tabaco presenta estas.
Al corral transplantando vas
En tierra con buen abono
Te riego a diario y me asomo
Y veo la planta creciendo
La tierra estoy puliendo
Pa esperar a siembra a tono.

La tierra está preparada
Mecanizada o en forma bruta
El campesino disfruta
Si llueve echar la sembrada.
La tierra está bien mojada
Siembra y la planta germina
Y así la siembra culmina
El tabaco sigue creciendo
A los dos meses cumpliendo
El bajero se aproxima.

Ha llegado el primer corte
Las hojas he recogido
Y junto las he reunido
Para llevar al ensarte.
Así se sigue este arte
En una puya de lata
Hoja por hoja se ensarta
Hasta llenar la puya entera
De este cultivo bandera
Que al pueblo le da la plata

Ya culminado el ensarte
En el rancho voy colgando
Pita a pita voy guindando
Hasta que llegue el nuevo corte.
El caney es el soporte
Hasta que se haya secado
Mazo por mazo he contando
Para llevar a la prensa
Ya este producto entra en venta
Del rancho yo le he bajado.
A la empresa ha llegado
El obrero lo procesa
Transformarse aquí empieza
Pa’ luego ser exportado.
Más allá es pulimentado
Por una mano maestra
En abundancia aquí se encuentra
Lo digo yo a cada rato
El cultivo del tabaco
De Ovejas es la mejor muestra.

Para culminar la historia
De Ovejas y su tabaco
Del que se envuelve en un saco
Cuando la noche está fría.
Cuna de la tierra mía
Este cultivo muy nuestro
Y conserva una tradición
Hoy de todo corazón
Se los dice este maestro

Por Oscar Guerra Tapia

Saturday, November 04, 2006

EL VIEJO MINGO (2006)

Son muchos los personajes anónimos que ha parido la tierra del Tabaco y la Gaita. Anónimos porque son mujeres y hombres sencillos y humildes, con ideales altruistas que pretenden cambiar el mundo. Son Quijotes que no buscan protagonismo, ni reconocimiento, sino servir y construir pero, la historia no puede excluirlos porque su legado es trascendental, así es el viejo Mingo como popularmente se conoce a Domingo Rodríguez Zúñiga, un hombre de tez morena, de carácter jovial y trabajador del campo por excelencia. Han sido tan fuertes las ganas de servir que son innumerables las iniciativas y organizaciones en las que ha participado, de ellas recordamos el Comité Cívico Cultural, la Anapo, la Asociación Pro Ornato del Cementerio, Secretario de Hacienda Municipal, Presidente y tesorero de Asociaciones de Padres de Familia en diferentes Escuelas del municipio,…y la más importante: socio Fundador del Festival Nacional de Gaitas “Francisco Llirene”.

El fallecido Doctor Germán De La Rosa destacaba el sentido de pertenencia asumido por Mingo frente a la idea, para cristalizarla, en tal sentido su residencia se convierte en la primera sede del evento, su teléfono unos de los pocos en ese entonces en el municipio, es el medio para las relaciones publicas por medio del cual Jaime Vides se vincula y se convierte en corresponsal para medios de la región. Su familia, alcahueta que soporta las ausencias y ocupaciones del padre, el hijo Alexander “el mono”, en el diseñador del logotipo del evento, el otro, Arnuldo “el Tuto” hoy presidente del evento fue colaborador del padre en ese primer proceso de gestación del Festival.

El viejo Mingo nace en Ovejas un 15 de Noviembre de 1941, conforma un hogar con Bertilda Amaya, de cuya relación nace Arnuldo “el Tuto”, Alexander “el Mono”, Derian, Lida y Adrian. Ha sido tanta la influencia ejercida por el Padre que sus hijos han seguido su legado de servicio a la comunidad, que muchos de ellos los vemos en el escenario cultural y Religioso tomando liderazgo en iniciativas en pro del desarrollo colectivo.

Este año el Festival Nacional de Gaitas “Francisco Llirene” quiere comenzar con un ciclo de homenajes en vida a esos Quijotes que como Domingo Rodríguez Zúñiga, nos dejan el legado más importante que se le puede dejar a un pueblo que no reconocía su propia identidad, el “Festival Nacional de Gaitas “Francisco Llirene”.

Lic. Armando Rivero Manjarrez.

VOCABULARIO GAITERO (2006)

TROPICONES: Serie de golpes o improvisaciones sobre el tambor.

CARPINTERO: Tropicón o golpe que imita el sonido del pájaro carpintero cuando picotea el árbol.

CHELECA: Tropicón o golpe que imita el sonido que al volar produce la Cheleca.

CANTEO: Golpes sobre el tambor ejecutados en su borde con las primeras falanges de los dedos, produciendo los sonidos más agudos.

FONDIAO: Nombre dado a los golpes ejecutados en el fondo del tambor, al colocar las manos completas sobre ésta. Produciendo los sonidos más graves.

CENTRO: Golpe sobre el tambor ejecutados con las tres primeras falanges de los dedos.

MEDIO: Golpe sobre el tambor ejecutados con las dos primeras falanges de los dedos.

BOMBIAO: Manera como algunos campesinos Sucreños denomina la manera de ejecutar el llamador.

AFORRAR: Es el modo de colocar el cuero sobre el tambor.

QUEMADO: Golpe sobre e tambor ejecutados sobre el centro de éste, con las manos cerradas produciendo un golpe seco.

PIQUERIA: Duelo entre ejecutantes de algún tipo de instrumentos musicales.

MACHERO: Músico que ejecuta la gaita macho en compañía de la maraca.

HEMBRERO: Músico que ejecuta la gaita hembra.

OVEJEA: Gozarse la música de gaitas como se hace en Ovejas Sucre.

CARACTERÍSTICAS MUSICALES DE CADA AIRE EN LA MÚSICA DE GAITAS (2006)

PORRO

Canteo constante, o sea golpe al borde del tambor, que se combina con el fondiao constante sobre el cuero, lo que permite una frecuencia mayor de los sonidos graves. El juego de los dedos sobre el tambor garantiza sonidos de diferentes timbres. Los revuelos frecuentes que acompasan con la melodía o el canto son de bastante animosidad, para luego retornar a su esquema básico.

La tambora como instrumento complementario al igual que la maraca, giran en torno a la melodía de la gaita y al repique del tambor alegre. Cuando la maraca o la tambora hacen improvisaciones, el tambor realiza el esquema básico, y prácticamente los tocadores intuyen el momento para realizar sus improvisaciones y sobresalir. Podemos encontrar muchos ejemplos en los que el tambor y la tambora están improvisando con polirítmias perfectas que en ningún momento se excluyen. El tiempo “débil” (contratiempo) se hace aquí más fuerte.

CUMBIA

Al igual que el porro, este ritmo corresponde al sistema de acentos binarios 4/4, C, cuyo elemento a resaltar da cuenta de la importancia del tiempo débil…es decir, el contratiempo que iría con una intención débil tradicionalmente, aquí toma otro significado acentual es decir más rítmico-expresivo.

Su organología es similar a los otros tres ritmos y al igual que en el porro se presentan poliritmias frecuentes

GAITA

Sistema de 4/4, C. A diferencia del porro y la cumbia, cobra aquí gran importancia la acentuación sobre el tiempo, sin olvidar lo propio en el contratiempo, la similitud con los esquemas de la cumbia son impresionantes, pero al contrario de esta los tiempos que se hacen débiles en el borde del tambor cobran importancia y energía al hacerse en la parte media del cuero con la mano cerrada, produciendo un golpe seco.

Encontramos gaitas “sentaa” o sentadas que son un poco menos ágiles y enérgicas y gaitas “corridas” con mayor acentuación energía y velocidad en sus golpes. Se interpreta con tambor llamador, tambor alegre y tambora como instrumentos percutidos y maraca como instrumento idiófono, todos ellos improvisando frecuentemente polirítmias.

MERENGUE

Al igual que la cumbia, en el Festival Nacional de Gaitas “Francisco Llirene” se presenta como ritmo opcional, sin embargo podemos encontrar tantos merengues como gaitas y porros. El llamador se acompaña de un modo diferente, ya que ejecuta un básico con preponderancia de los golpes en el parche. Sus figuras básicas van enmarcadas dentro del compás de 4/4, como obedeciendo a la métrica y acentuación puesta por el llamador. Es el ritmo más rápido de los cuatro, lo que exige una gran destreza del tamborero. Su acentuación también va sobre el tiempo débil o contratiempo. Es frecuente encontrar grupos con tambora que llevan el bombito, es decir ejecutando su esquema básico con más énfasis sobre el parche y acompañado por la tambora que acentúa sobre el parche cada cuatro contratiempos, o en caso contrario mientras la tambora ejecuta el esquema del llamador, éste pasa a llevar sólo el contratiempo.

LA GAITA (2006)

Textos del proyecto de investigación “Esquemas rítmico de Acompañamiento: cumbia, Gaita, porro y merengue” en la música de gaitas de la autoría del grupo musical PROYECTO LUMBALU. Pereira Colombia 1993, obsequiado por sus autores al… “Festival Nacional de Gaitas “Francisco Llirene” y todos nuestros viejos maestros que a pesar de su anonimato, ya tienen un inmenso lugar en la historia de nuestras músicas”. (Hernando Muñoz, Carlos Arturo Rendón, El flaco, Vicky, Tania Cabrera…)


Para hablar de la Gaita como instrumento musical, es necesario aclarar que con este mismo nombre (Gaita), identificamos un ritmo, o lo que en otros términos denominamos un aire musical, interpretado desde el punto de vista melódico con Gaitas Macho y Hembra, acompañado a nivel rítmico por los tambores: Llamador y Alegre (originalmente), y la Tambora, instrumento de doble parche que ha sido incorporado en el presente por muchos conjuntos y por el Festival Nacional de Gaitas “Francisco LLirene”, aunque en la presentación en privado de los conjuntos ante el jurado en el concurso oficial, ésta se queda callada.

La gaita está clasificada dentro de la Organología musical como aerófano (instrumento de viento) de boquilla ya que en ella el aire es impulsado por el soplo, penetrando a su cuerpo a través de una boquilla.

Con respecto al nombre que posee la Gaita en este momento, se puede decir que es totalmente inadecuado, ya que no tiene semejanza morfológica ni aún timbrística con las verdaderas Gaitas europeas (gallegas, bretonas y escocesas), que son un juego de flautas con implemento de fuelles constituidos por odres que suministran el aire complementario.

Tal vez cierta similitud dudosa de sonido hizo que los españoles de la conquista dieran a las Chuanas, Suarras y Kuisis, como quiera que cada comunidad nativa de América las bautizara, el nombre de Gaitas.

La palabra Gaita tiene su origen en una voz de alto Alemán (GAHI) que significa vivaracho. De allí salieron las voces francesas y castellanas “GAI” y “GAY”. Gayo o Gaya, con el significado de alegre, vivaz. (El Gay, decir o la Gaya, Ciencia, por alusión a la poesía). Este nombre de Gaita se ha popularizado y con el pasar del tiempo ha sido aceptado para denominar a
la Chuana, gaita de América.

SU ELABORACIÓN: Se construye en un proceso de cuidadosa complejidad, que va desde la selección del cardón o cactus, hasta la limpieza de la cera y la escogencia correcta de la pluma, para finalmente proceder a la construcción, que variará de acuerdo al gaitero fabricante, ya que cada constructor hace la Gaita con sus propias medidas corporales, tomando como referencia para la extensión del tubo, la distancia que hay entre su hombro y los dedos de su mano.

Para la elaboración de la cabeza se respeta generalmente la visera (que es la forma tradicional), y la pluma se ubica con una inclinación de más o menos 67º con relación al tubo o cuerpo de instrumento. Cabe anotar que existen excepciones en la elaboración de la cabeza, tal era el caso del Maestro Medardo Padilla, quien moldeaba la cera dándole forma similar a la cabeza de una cobra, e inclinando la pluma hacia delante del tubo.

Es conveniente aclarar que existe un tipo de Gaita denominada “Gaita Corta”, dicho instrumento no posee, a diferencia de la Gaita Larga, otro acompañamiento melódico, por eso es también conocida como “Machihembrada”. Existen Gaitas cortas que van desde 4 hasta 7 agujeros y al igual que con las gaitas largas, con ella son ejecutados porros, Gaitas, Cumbias y Merengues.

En el estudio de la Gaita encontramos dos tipo que asociados producen la melodía y acompañamiento en desarrollo armónico, son ellos “La gaita Hembra” y “La Gaita macho”. La Gaita Hembra posee cinco orificios y tiene como función ejecutar la melodía, de los sones acompañada por la Gaita Macho que a su vez posee uno o dos orificios y va marcando el compás a medida que se desarrolla la melodía, la complementa con un relleno melódico armónico, el machero, nombre dado al ejecutante de la Gaita Macho, quien además ejecuta con su otra mano la maraca.

El gaitero, nombre dado al ejecutante de la Gaita Hembra, es quién propone los giros melódicos, estableciendo lo que se puede llamar un diálogo con su acompañante “El Macho”, y a la vez con el tamborero, generando la armonía rítmico-melódica de esta música. Sin embargo el Gaitero, de los cinco agujeros que tiene la Gaita, sólo utiliza los cuatro superiores. Para su ejecución las gaitas requieren de un perfecto manejo de diafragma, sobre todo en lo concerniente al control de aire, ya que cada agujero puede ofrecer más de 5 sonidos, dependiendo de la intensidad de aire que se emita por la boquilla.

RECONOCIMIENTOS (2006)

Ilustraciones interiores: Archivo Fotográfico Festival Nacional de Gaitas "Francisco Llirene", Fundación Expresión, Wilfrido Ortega

Fotografías Interiores: Pbro. Edgar Salcedo Manjarrez

Afiche Promocional XXII Festival Nacional de Gaitas "Francisco Llirene". Ilustración de Wifrido Ortega Rey, Fundación Expresión; Diseño: Alexander Rodríguez

Idea Original y Digitación: Lic. Armando Rivero Manjarrez.

Textos: Lic. Armando Rivero Manjarrez.
Proyecto Lumbalú

Agradecimientos Especiales a Hernando Muñoz, Barcelona-España (lumbalu@yahoo.com)

Diagramación: (Junta Directiva Festigaitas 2006)

JUNTA DIRECTIVA

ARNULDO RODRÍGUEZ AMAYA Presidente
JORGE CADENA PALENCIA Vicepresidente
GILBERTO GRACIA Tesorero
ANÍBAL JIMÉNEZ DIAZ Secretario
LOLY CASTRO Vocal
EDWIN MONTES BENÍTEZ Vocal
DONICER GARCÍA ROMERO Vocal

JAIRO CÁRDENAS CONTRERAS Fiscal

EDITORIAL (2006)

Llamar al Festival Nacional de Gaitas “Francisco Llirene”, la “UNIVERSIDAD DE LA GAITA”, es un verdadero reconocimiento a un trabajo que desde hace mucho tiempo se ha venido desarrollando desde Ovejas, es ese deber que nos llama a revindicar el orgullo de ser Colombianos y que mejor medio que el cultural a través de un trabajo de preservación de la música y tradición gaitera, esencia de nuestra identidad trietnica y verdadero espacio que propicia la confraternidad en una zona tan convulsionada como es la de los Montes de Maria.

Hoy podemos hablar que la Chuana; la gaita amerindia, no ha muerto y que existe un relevo generacional de ejecutores que han aprendido, a partir de ese espacio llamado Festival Nacional de Gaitas “Francisco Llirene”, de los viejos gaiteros, pero el trabajo es mucho más complejo porque el Festival va mucho mas allá de realizar cuatro días. Muchos niños, jóvenes y adultos necesitan de ese espacio pedagógico, no en medio de la parranda, sino en marco de un proyecto educativo que nos permita tener la primaria, la secundaria y después la universidad.

La primaria para la iniciación en el aprendizaje musical e histórico de la gaita, la secundaria para el perfeccionamiento en las destrezas ejecutoras de los instrumentos y en la producción musical siguiendo los patrones tradicionales. La universidad para la investigación e innovación, por ello solicitamos al gobierno local, Departamental, Nacional y a las entidades privadas apoyar nuestra Escuela de Formación Musical y Danzas Folclóricas para que tenga continuidad en el tiempo y en los procesos y así aumentar el números de ejecutores que se ha visto en disminución en estos últimos tiempos en Ovejas.

La organización y el evento han sido celosos durante muchos años para que la tradición no se contamine por las nuevas tendencias que intentan modificar la esencia de la música de gaitas, esa es la misión y visión del Festival, sin que ello signifique que no seamos respetuosos de las nuevas propuestas y que no tengan espacios en marco del evento, por el contrario, en la programación siempre habrá un espacio para mostrarlas, pero en nada modificaran las bases y los concursos que serán los parámetros de referencia para que las nuevas generaciones puedan continuar con ese conocimiento ancestral.

Así mismo hay que destacar los trabajos de investigación que se están desarrollando para el perfeccionamiento del instrumento gaita para que sea acoplado a otros instrumentos y otras músicas; trabajo de investigación que no solo ha permitido mejorar el conocimiento y la afinación de los instrumentos del conjunto de gaita, sino que, ha surgido un proceso de expansión del estudio, investigación y ejecución de la música de Gaita en todo el territorio Colombiano, para la muestra las diversidad de grupos que existen en Medellín, Bogotá, Zona Cafetera, Bucaramanga, Barrancabermeja y toda la Costa Caribe Colombiana pero, en el marco de los concursos, siempre debe preservarse la forma tradicional de elaboración y ejecución del instrumento.

En cuanto a lo que gira alrededor del evento, los organizadores siempre hemos sido y seremos celosos para que la cultura de los “Pick Up”, las carralejas, el regaeton y otras manifestaciones culturales foráneas no distorsionen ni resten importancia y relevancia a la música de gaitas, por ello solicitamos a nuestros gobernantes sigan apoyándonos formalizando un proyecto de acuerdo o resolución que nos permita seguir diciendo con orgullo que el Festival Nacional de Gaitas “Francisco Llirene”, es el más autóctono y en Ovejas la Gaita es la Reina.